Hola, soy un viajero amante de los rincones con encanto de Andalucía, y quiero llevarte conmigo a descubrir Higuera de Calatrava (Jaén). Se trata de un pequeño municipio rural situado en la parte occidental de la provincia de Jaén, casi en la frontera con Córdoba. Con apenas unos 600 habitantes actualmente, este pueblo jiennense destaca por su tranquilidad y su entorno de interminables olivares. A unos 40-50 km de la ciudad de Jaén, enclavado en la comarca de la campiña, Higuera de Calatrava te recibe a una altitud de alrededor de 374 metros sobre el nivel del mar, rodeado de colinas suaves cubiertas de olivos que dibujan el paisaje típico de la región.
A primera vista, Higuera de Calatrava puede parecer un pueblo más entre olivos, pero en cuanto empiezas a recorrer sus calles y a charlar con sus vecinos, descubres una riqueza histórica y cultural sorprendente. Su mismo nombre ya nos da pistas: «Higuera» hace referencia a la abundancia de higueras o quizás a alguna emblemática que hubo en sus orígenes, y «Calatrava» nos habla de su pertenencia a la poderosa Orden de Calatrava en la época medieval. Este lugar fue estratégico durante la Reconquista, un verdadero lugar de frontera entre reinos, y hoy conserva monumentos como un imponente torreón medieval y una iglesia de siglos pasados que cuentan fragmentos de esa historia. Además, Higuera de Calatrava ha sabido mantener vivas tradiciones únicas (¡ya te hablaré de la curiosa costumbre de «Los Pesos»!) y una gastronomía casera que deleita con sabores de antaño.
En esta guía personal, te llevaré por un recorrido exhaustivo: desde la historia de Higuera de Calatrava, pasando por qué ver y hacer, sus fiestas más queridas, la gastronomía típica (se me hace la boca agua de pensarlo), rutas en la naturaleza, hasta consejos de cómo llegar, dónde comer y alojarte, y una sección final de preguntas frecuentes para que no te quede ninguna duda. Prepárate para conocer a fondo este pueblo con mucho encanto en Jaén. ¡Vamos a empezar este viaje! 😃
Historia de Higuera de Calatrava
Cuando llegué a Higuera de Calatrava por primera vez, sentí la presencia de siglos de historia en sus calles tranquilas. Los orígenes de este lugar se remontan mucho más atrás de lo que imaginaba. Arqueológicamente se han encontrado vestigios que indican población humana desde el Neolítico (IV milenio a.C.) en estas tierras. También aparecieron fragmentos de cerámica íbera, romana e incluso árabe, prueba de que muchas culturas han pasado por aquí. En las cercanías, en cerros como La Atalaya, hubo asentamientos fortificados de la Edad del Cobre y del Bronce, y durante la época romana proliferaron fincas agrarias (villae) en el territorio. Es fascinante pensar que bajo los olivares actuales duermen los restos de esas villas romanas y quién sabe cuántas historias.
El actual núcleo de Higuera de Calatrava tiene su origen en una alquería (aldea) de época islámica. En aquel entonces se conocía como Higuera de Martos, por su cercanía y dependencia de la ciudad de Martos. No fue sino hasta la Reconquista cristiana que su nombre empezó a resonar en crónicas: en 1225, el rey Fernando III conquistó Martos y la incorporó, junto a sus aldeas, al reino de Castilla. Pocos años después, en 1228, el monarca entregó Martos y sus términos a la Orden militar de Calatrava. Esta orden religioso-militar, encargada de defender la frontera con el reino nazarí de Granada, estableció la encomienda de Martos, incluyendo la entonces llamada Figuera de Martos (nuestra Higuera) entre otras poblaciones de la zona. Bajo los caballeros calatravos, la aldea contó con un castillo fortificado propio, un baluarte defensivo para vigilar la frontera. De aquella fortaleza medieval hoy queda en pie su torre del homenaje, testigo pétreo de batallas y asedios. De hecho, la tradición local cuenta que en 1431 el castillo fue escenario de una cruenta batalla entre el rey Juan II de Castilla y el rey nazarí de Granada, en plena época de conflictos fronterizos. No es de extrañar que Higuera de Calatrava viviera sobresaltos: en el siglo XV sufrió varias incursiones de los granadinos, registrándose ataques especialmente en 1408 y 1471. ¡Qué increíble pensar que este pueblecito tranquilo fue en su día tierra de guerreros y frontera viva entre dos mundos!
Con el paso de los siglos, y tras la caída del reino nazarí, Higuera fue asentándose en paz. En el año 1600, la antigua Higuera de Martos obtuvo el título de Villa independiente, desligándose administrativamente de Martos. A partir de entonces comenzó a llamarse Higuera de Calatrava, ya que aunque era villa propia, seguía bajo la jurisdicción de la Orden de Calatrava. Imagino el orgullo de los habitantes al tener identidad propia, aunque el destino les depararía épocas difíciles. Durante siglos, la economía fue eminentemente agrícola, con el olivar y los cereales dominando el paisaje, y la población fue creciendo lentamente.
Avanzando a la época moderna y contemporánea, uno de los momentos más duros en la historia local fue la Guerra Civil Española (1936-1939). Por su posición geográfica, Higuera de Calatrava quedó muy afectada por el conflicto. Tras la guerra, el pueblo fue prácticamente reconstruido casi desde cero. Muchas edificaciones, como el Ayuntamiento y la iglesia, tuvieron que ser restauradas o rehechas por el organismo de «Regiones Devastadas» del régimen de posguerra. De hecho, el edificio del actual Ayuntamiento data de 1948 y fue construido bajo ese plan de reconstrucción. A pesar de la devastación, los higuereños sacaron fuerzas para levantar de nuevo sus casas y calles sobre las ruinas, preservando en lo posible sus señas de identidad.
Como muchas pequeñas localidades rurales, Higuera sufrió a mediados del siglo XX un fuerte fenómeno de emigración. Me contaban algunos vecinos mayores que en los años 50 y 60 numerosas familias se marcharon en busca de oportunidades a Cataluña, Madrid o al extranjero. Para hacernos una idea: en 1940 el pueblo rondaba los 1.900 habitantes, y hoy apenas llega a 600. Este descenso demográfico, común en la provincia de Jaén, dejó un pueblo más pequeño pero muy unido. Aún así, cada verano muchos de esos hijos de Higuera que emigraron regresan por las fiestas, llenando de vida la plaza de España y recordando sus raíces.
La historia de Higuera de Calatrava es la de un lugar humilde pero estratégico, marcado por la frontera medieval, la fe de la Orden de Calatrava, la tenacidad de sus gentes frente a guerras y plagas, y el cariño a su tierra a pesar de las dificultades. Paseando por el pueblo hoy, entre sus antiguos muros y tradiciones vivas, uno siente un profundo respeto por todas las generaciones que han hecho de Higuera lo que es. ¡Pocas aldeas de este tamaño pueden presumir de una historia tan rica!
Qué ver en Higuera de Calatrava
A pesar de su tamaño reducido, Higuera de Calatrava atesora monumentos históricos y rincones con encanto que merece la pena visitar. Te sorprenderá la cantidad de sitios interesantes que hay para ver en este tranquilo pueblo. Cuando yo la recorrí, cámara en mano, descubrí joyas arquitectónicas y naturales que te describo a continuación:
Torreón del Castillo (Torre del Homenaje) – Sin duda el emblema del municipio. Es la robusta torre de piedra que sobresale en el perfil del pueblo y el vestigio principal del antiguo castillo calatravo de los siglos XIII-XIV. Esta torre medieval, construida en mampostería con sillares en las esquinas, servía de núcleo defensivo del castillo y fue declarada Monumento Histórico en 1985. Hoy se encuentra integrada entre las casas del casco urbano, lo que le da un aire muy pintoresco: de repente, al girar una esquina, te topas con este muro de piedra centenario. Tiene planta rectangular y constaba de varios pisos abovedados. En mi visita pude apreciar su puerta elevada sobre el suelo (típica para mayor defensa) y algunas antiguas aspilleras y ménsulas de matacanes en lo alto. Si tienes oportunidad durante alguna visita guiada o jornada de puertas abiertas, subir a la azotea del torreón ofrece unas vistas magníficas de toda la campiña jiennense. Desde allí se dominan los mares de olivos hasta el horizonte, una panorámica que combina historia y naturaleza. El torreón simboliza el pasado guerrero de Higuera y es parada obligatoria para cualquier visitante.
Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción – En pleno centro, junto a la plaza de España, se alza la iglesia principal del pueblo. Este templo tiene origen medieval pero su construcción actual data sobre todo del siglo XVI, en estilo gótico tardío con añadidos renacentistas. Cuenta la historia que originalmente hubo aquí una Iglesia de Santa María de época medieval, y que con el aumento de población tras la Reconquista se amplió el templo en el siglo XVI. Al entrar, me sorprendió su interior de tres naves separadas por grandes columnas, cubiertas por un hermoso artesonado de madera y bóvedas de crucería en la capilla mayor. Un detalle curioso son unas columnas helicoidales (torsadas) que enmarcan las capillas de la cabecera, un elemento poco común que muestra influencias del gótico levantino. La iglesia quedó inconclusa en esa primera fase gótica y posteriormente, hacia 1590, el arquitecto Benito del Castillo (hermano de Francisco del Castillo «el Mozo») continuó la obra, levantando las columnas cilíndricas que soportan arcos de medio punto y la estructura de las tres naves. En 1600 se culminó con la fachada principal y la espadaña (campanario). Por fuera, verás una fachada sencilla con un gran óculo, aunque en realidad es resultado de una reconstrucción tras la Guerra Civil. Y es que el templo sufrió graves daños en 1936, perdiendo por ejemplo su retablo mayor, sustituido luego por murales en 1952. La portada principal actual fue reconstruida hacia 1942 por Regiones Devastadas, dándole un aire ligeramente barroco que difiere de la sobriedad original. Aun así, conserva en un lateral una portada fechada en 1908 de estilo más clásico. Esta mezcla de estilos y cicatrices históricas hacen de la iglesia un lugar muy especial. En su interior se veneran los patronos San Roque y San Sebastián, y la Virgen de la Inmaculada, que es la titular. Si te gusta el arte sacro, fíjate también en las imágenes y detalles como la pila bautismal o las campanas. La iglesia es el corazón espiritual de Higuera de Calatrava y reflejo de su resiliencia a lo largo del tiempo.
El Pilar (pilar abrevadero) – En un pueblo agrícola como este no podía faltar un antiguo pilar fuente para abrevar el ganado. En Higuera de Calatrava existe un pilar de piedra del siglo XVI que abastecía de agua a vecinos y animales. Aún hoy mana agua fresca y es habitual ver a lugareños parando a refrescarse. La tradición oral dice que la fuente de El Pilar ya quitaba la sed a los romanos que pasaban por aquí, y aunque esto pueda ser una exageración, no cabe duda de que ha sido punto de encuentro durante siglos. Junto al pilar, el agua forma un abrevadero longitudinal donde antiguamente bebían las caballerías. Este rincón, sombreado por algún árbol, es ideal para una pausa en tu paseo por el pueblo, imaginando las historias de arrieros y pastores que han hecho lo mismo durante generaciones.
Ermita de San Isidro y Paraje de Fuente Palacios – A las afueras del casco urbano, aproximadamente a un kilómetro al sur siguiendo la carretera hacia Santiago de Calatrava, se encuentra el paraje conocido como Fuente Palacios (o simplemente San Isidro). Se trata de un bonito entorno natural con una fuente-manantial y una pequeña ermita dedicada a San Isidro Labrador. La ermita en sí es sencilla, construida a mediados del siglo XX cuando se instituyó la romería en honor al santo, pero el paraje es muy apreciado por los higuereños. Desde este punto elevado hay preciosas vistas panorámicas de los campos y sierras a lo lejos, especialmente al atardecer. Cuenta además con merenderos, bancos y algunas instalaciones recreativas, pues aquí se celebra cada mayo la romería (más adelante te cuento sobre la fiesta). Si te gusta caminar, el paseo hasta Fuente Palacios es muy agradable entre los olivares, y al llegar podrás descansar bajo los árboles oyendo solo el sonido del agua y los pájaros. Un verdadero remanso de paz en la naturaleza.
Fuentes y parajes pintorescos – Además del Pilar y Fuente Palacios, Higuera de Calatrava posee otras fuentes históricas que explorar. Por ejemplo, la Fuente de la Pililla, ubicada en un paraje cercano al antiguo camino de Torredonjimeno, es otra fuente tradicional rodeada de naturaleza, testigo del pasado. También está el llamado Caño de Arriba, que posiblemente era otro manantial o fuente en la parte alta del pueblo. Si preguntas a los vecinos, estarán encantados de indicarte estos rincones menos conocidos pero entrañables. Otro punto de interés es el Pozo de la Orden, un antiguo pozo cuyo nombre alude a la Orden de Calatrava, quizás usado para el suministro de agua del castillo o del pueblo en época medieval. Aunque no queda mucha estructura visible aparte del brocal, saber que estás ante el «pozo de los caballeros calatravos» le da un aire novelesco. Por último, te recomiendo pasear por la Plaza de España y las calles del casco viejo: verás algunas casas antiguas con portadas de piedra e incluso escudos (blasones) en sus fachadas, testigos de familias ilustres de otros tiempos. La arquitectura popular andaluza, con sus paredes encaladas y rejas de forja en ventanas y balcones, le dan mucho encanto al conjunto urbano.
En general, aunque Higuera de Calatrava no es un pueblo de grandes museos ni palacios, cada esquina rebosa autenticidad. Sus monumentos principales –el torreón, la iglesia, las fuentes– se combinan con el simple placer de caminar por un pueblo blanco, tranquilo, saludando a sus gentes y disfrutando del paisaje. No olvides llevar tu cámara porque, si eres como yo, querrás capturar el contraste del cielo andaluz con la piedra dorada del torreón o el verde plateado de los olivos en el horizonte. ¡Te aseguro que Higuera te dejará muy buenos recuerdos visuales y del corazón!
Fiestas y tradiciones locales
Si de algo puede presumir Higuera de Calatrava es de mantener vivas sus tradiciones y celebrar fiestas con un calor humano impresionante. A lo largo del año, este pequeño pueblo organiza varias festividades, tanto religiosas como populares, en las que participan no solo los residentes sino también muchos higuereños que regresan desde lejos para la ocasión. Tuve la suerte de coincidir con una de sus fiestas y fue una experiencia entrañable: música, gastronomía, devoción y sobre todo un sentimiento de comunidad muy fuerte. Aquí te cuento las principales fiestas y costumbres locales:
Fiestas Patronales – San Roque y San Sebastián (mediados de agosto): Son las fiestas grandes del pueblo, las que ningún higuereño se quiere perder. Los santos patronos de Higuera de Calatrava son San Roque y San Sebastián, y aunque tradicionalmente San Sebastián se celebraba el 20 de enero, hace años se decidió unificar su fiesta con la de San Roque en agosto. ¿Por qué? Principalmente por el clima: enero solía ser frío y lluvioso, y en cambio en agosto el tiempo acompaña y además muchos hijos del pueblo que viven fuera pueden venir en vacaciones. Así, alrededor del 16 de agosto Higuera celebra sus fiestas patronales por todo lo alto. Durante varios días, la localidad se llena de verbenas con música por la noche, procesiones religiosas, actividades deportivas y culturales, y un ambiente festivo inmejorable. El día grande, generalmente el 16 de agosto (día de San Roque), salen en procesión las imágenes de San Roque y San Sebastián entre cohetes y aplausos, y la plaza se abarrota de gente emocionada. Pero lo más peculiar de estas fiestas es la antigua tradición de “Los Pesos”. Te explico: cuenta la historia que en el siglo XVII, durante una epidemia de peste que azotaba la zona, los habitantes de Higuera prometieron a San Roque (abogado contra la peste) que, si los libraba de la enfermedad, donarían a la iglesia en trigo el equivalente al peso de todos los vecinos juntos. San Roque escuchó sus súplicas y la peste cesó, así que el pueblo cumplió su voto. Desde entonces, cada año en la fiesta patronal se repetía el ritual de pesarse todos colectivamente y entregar ese peso en trigo. Hoy en día la cosa se ha modernizado: ya no se pesa a la gente (¡menos mal!), sino que simbólicamente los vecinos se toman una foto junto a los santos y hacen donativos en metálico según sus posibilidades. Pero la esencia permanece, y “Los Pesos” sigue siendo un momento emotivo que recuerda la fe y la solidaridad de antaño. Además de eso, en estas fiestas de agosto no faltan las corridas de cintas, las paellas populares, los fuegos artificiales y, por supuesto, el reencuentro de familias y amigos. Te aseguro que vivir las fiestas patronales en Higuera de Calatrava es vivir la alegría andaluza en su máxima expresión, con un toque único de tradición que las hace muy especiales.
Romería de San Isidro (alrededor del 15 de mayo): Como buen pueblo agrícola, Higuera venera a San Isidro Labrador, patrón de los campesinos. La romería de San Isidro se ha convertido en una de las celebraciones más animadas y queridas, cobrando mucha fuerza en las últimas décadas. Aunque San Isidro se celebra el 15 de mayo, la romería suele organizarse el fin de semana más cercano a esa fecha. Desde temprano, los vecinos engalanan tractores y remolques a modo de carrozas, o preparan caballos y carriolas, y acompañan a la imagen del santo en peregrinación desde la iglesia del pueblo hasta su ermita en el paraje Fuente Palacios. Es apenas un kilómetro de recorrido, pero se hace con tanta alegría y jolgorio que se convierte en toda una fiesta ambulante. Al llegar a la ermita, se celebra una misa al aire libre y luego comienza la convivencia campestre: hay comida popular (las familias llevan tortilla, chorizo, hornazos y otras viandas para compartir), música, baile y juegos. Algo muy característico de la romería de Higuera es su sistema organizativo de Hermanos. Cada año tres vecinos asumen la responsabilidad de organizar la romería: el Hermano Mayor, el Hermano Mediano y el Hermano Chico. Tras la romería, el Mayor se retira, el Mediano pasa a ser Mayor para el año siguiente, el Chico pasa a Mediano, ¡y se elige un nuevo Hermano Chico!. De esta forma, cada organizador pasa tres años aprendiendo y colaborando hasta liderar el evento, asegurando así una transición de experiencia. Es una tradición muy curiosa y efectiva, que muestra el compromiso de la gente con mantener la romería viva. Si asistes, no dudes en acercarte a probar alguno de los platos que ofrecen, bailar unas sevillanas bajo la sombra o brindar con un vinito del terreno con los lugareños. La hospitalidad en esta fiesta es enorme; yo me sentí como en familia.
Semana Santa: Aunque más modesta que en ciudades grandes, la Semana Santa de Higuera de Calatrava también tiene sus momentos destacados. Durante la Semana Santa (Marzo/Abril, fechas variables) se llevan a cabo procesiones de las cofradías locales por las calles encaladas. El Jueves Santo por la noche y el Viernes Santo en la tarde suelen sacar imágenes como Jesús Nazareno o la Virgen de los Dolores, acompañadas por los vecinos en silencio y oración. Es un ambiente íntimo y sobrecogedor, iluminado por velas y faroles. Además, el Domingo de Resurrección la atmósfera se vuelve alegre para celebrar la Pascua. Como en muchos pueblos andaluces, aquí se mantienen tradiciones culinarias en esa semana, como degustar el potaje de bacalao y los dulces de Cuaresma (¡luego en gastronomía te cuento más!). Vivir la Semana Santa en un pueblo pequeño como Higuera te permite sentir de cerca la devoción y la participación de toda la comunidad.
Fiesta de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre): La patrona de la parroquia es la Virgen de la Inmaculada, y cada año el día 8 de diciembre (que es feriado nacional) se organiza una misa y procesión en su honor. Es una celebración más sencilla en comparación con las de verano, pero igualmente importante para los fieles. La imagen de la Inmaculada recorre la plaza y calles cercanas, a veces acompañada por la banda de música municipal, y los vecinos levantan pequeños altares adornados con flores. Tras la procesión suele haber algún acto en la plaza, como reparto de chocolate con churros o dulces, que en esas fechas de Adviento sienta de maravilla con el fresquito. Es una bonita ocasión para ver la faceta más religiosa y tranquila de las tradiciones locales.
Cabalgata de Reyes Magos (5 de enero): La noche del 5 de enero, víspera de la Epifanía, Higuera de Calatrava se llena de ilusión con la llegada de los Reyes Magos. Aunque sea un pueblo pequeño, no falta su Cabalgata de Reyes recorriendo las calles: Melchor, Gaspar y Baltasar, subidos en carrozas (¡a veces tractor y remolque decorado!), lanzan caramelos a los niños que los esperan con ojos brillantes. Es una tarde-noche mágica; recuerdo ver a los más peques corriendo felices detrás de los caramelos y a los mayores sonriendo al revivir sus recuerdos de infancia. Al terminar, en la plaza de España los Reyes suelen repartir regalos a los niños del pueblo y se canta alrededor del Belén. Sin duda, una tradición que mantiene viva la fantasía y la unidad familiar en Higuera.
Feria Medieval (verano): En años recientes, Higuera de Calatrava ha incorporado una nueva festividad de tipo cultural: su Mercado o Feria Medieval. Aprovechando el marco histórico del torreón y la herencia calatrava, durante un fin de semana de verano (a menudo a finales de julio) las calles se transforman para recrear un ambiente medieval. Hay puestos de artesanía, gastronomía típica, pasacalles con trajes de época, actuaciones de música medieval, teatro de calle e incluso exhibiciones de cetrería o combate medieval. Según el programa de 2023, por ejemplo, el Mercado Medieval se celebró el 29 y 30 de julio en la calle Cañete con multitud de actividades para todos. Los vecinos participan vistiendo trajes medievales y decorando las fachadas con pendones, escudos y aperos antiguos. Es realmente como viajar en el tiempo por un par de días. Si visitas Higuera en esas fechas, te encontrarás con el olor a especias y carne asada en los puestos de comida, el sonido de tambores y flautas, y la vista del torreón engalanado con estandartes de la cruz de Calatrava ondeando (como en la foto que tomé 😉). Esta feria medieval atrae también a gente de pueblos vecinos y da a conocer Higuera de Calatrava de una forma lúdica y didáctica. ¡Una iniciativa genial que combina turismo y tradición!
Además de estas, podríamos mencionar otras conmemoraciones menores como el Día de Andalucía el 28 de febrero (con actos culturales o deportivos), o las actividades de Carnaval en febrero (concursos de disfraces para niños y adultos en el salón municipal), que siempre aportan colorido. También se están recuperando costumbres antiguas como las lumbres de San Antón en enero (hogueras populares) o las cruces de mayo, dependiendo de la participación de los vecinos cada año.
Lo maravilloso de las fiestas en Higuera de Calatrava es que, más allá del programa en sí, se percibe un fuerte espíritu comunitario. Las calles se engalanan, las casas abiertas reciben a familiares de fuera, y todo el mundo aporta algo: desde las señoras que hornean dulces típicos para invitar, hasta los jóvenes que montan el equipo de sonido para la verbena. Como viajero, te sientes inmediatamente acogido; a mí me ofrecieron comida y bebida nada más llegar a la romería, sin siquiera conocerme, ¡eso es hospitalidad! Mi recomendación es que, si planeas una visita, intentes que coincida con alguna de estas festividades. Vivir las tradiciones locales te dará una perspectiva mucho más rica de lo que es Higuera de Calatrava y de la alegría de su gente.
Gastronomía típica
Uno de mis aspectos favoritos al viajar es la comida, y en Higuera de Calatrava la gastronomía es un fiel reflejo de su identidad rural y tradicional. Aquí los platos típicos nacen de la cocina campesina, de ingredientes sencillos de la huerta, del corral y del olivar, pero preparados con todo el cariño y saber hacer transmitido de abuelas a nietas. Te adelanto que en este pueblo se come auténtica comida casera andaluza, sabrosa y contundente, ideal para recuperar fuerzas tras pasear por el campo. Voy a contarte algunos platos tradicionales y productos locales que no puedes dejar de probar si visitas Higuera de Calatrava (a mí se me hizo la boca agua con varios de ellos):
Aceite de oliva virgen extra: Antes de entrar en platos concretos, hay que mencionar el ingrediente estrella de la comarca: el aceite de oliva. Nos encontramos en la provincia de Jaén, la tierra del «oro líquido», así que prácticamente toda la cocina de Higuera se elabora con su excelente aceite de oliva virgen extra, producido en la cooperativa local y fincas de olivar circundantes. Notarás su sabor afrutado y suave en las ensaladas, sofritos y frituras. No dejes de probar un trozo de pan cateto recién tostado con un chorro de aceite de Higuera por la mañana… ¡manjar simple y exquisito!
Cocido de segador: Este es el plato más emblemático de Higuera de Calatrava, una especie de puchero humilde que refleja las épocas de escasez de antaño. Consiste básicamente en un guiso de garbanzos (puestos en remojo la noche anterior) que se cuecen con patatas troceadas y un poco de manteca de cerdo
. Es un cocido muy sencillo comparado con otros, pues originalmente no llevaba carnes caras ni muchos añadidos, ya que era la comida que los jornaleros segadores llevaban al campo: económica pero que llenaba el estómago. Por supuesto, con el tiempo se le añade algo de la matanza del cerdo (trozos de tocino, hueso de jamón, etc.) para darle sustancia, pero sigue siendo un guiso ligero y muy sabroso. Se come caliente, a veces acompañado de guindillas en vinagre para los más osados. Tuve ocasión de probar un cocido de segador casero y puedo decir que, con ingredientes tan básicos, el resultado es reconfortante y lleno de sabor tradicional. ¡No hay nada como la cocina de aprovechamiento bien hecha!
Migas de harina: Otro plato contundente “de faena” son las migas, aquí preparadas al estilo jiennense con harina de trigo. Las migas de harina se cocinan removiendo la harina con agua, sal y aceite hasta que se forman migas sueltas y doradas, y se suelen acompañar con tropezones de torreznos (panceta frita), chorizo, pimientos fritos e incluso uvas o melón si es temporada, para ese contraste dulce-salado. Era el desayuno típico de los campesinos en días fríos o de mucho trabajo. En Higuera se siguen haciendo sobre todo en reuniones familiares o en el campo. Te sirven un buen plato de migas y créeme, ¡aguantas toda la jornada! Es un plato humilde y delicioso, sobre todo si se riega con un vaso de vino de la tierra.
Potaje de bacalao: Como en muchos lugares de Jaén, para Cuaresma y Semana Santa se prepara el tradicional potaje de vigilia, a base de bacalao salado, garbanzos y espinacas, condimentado con su hoja de laurel, pimentón y ajo. En Higuera de Calatrava este potaje de bacalao es típico del Jueves y Viernes Santo. Es un guiso muy aromático y reconfortante, sin carne por la abstinencia de la época, pero que gracias al bacalao y los garbanzos alimenta muy bien. Si visitas en esas fechas, puede que alguna vecina amable te invite a probar un plato de este potaje en la plaza después de las procesiones – a mí me ocurrió, ¡y estaba riquísimo!
Morcón de Navidad: Este es un embutido casero muy peculiar que preparan en Higuera para las fiestas navideñas. Se elabora con la tripa más grande obtenida de la matanza del cerdo (parecido a la tripa de un chorizo pero de mayor calibre) y se rellena con una mezcla de carne de cerdo picada, huevo duro troceado y especias. Ese gran «embuchado» se cuece a fuego lento dentro de la olla del cocido junto con garbanzos, impregnándose de todos los sabores. El resultado es una especie de fiambre o relleno contundente, que se servía como plato especial en la cena de Nochebuena. Imagina un embutido grueso, rebanado, con trocitos de huevo y una textura suave y jugosa… Tuve la oportunidad de probar una rodaja de morcón (fría, ya cocida) sobre una rebanada de pan, y entendí por qué es tan esperado cada Navidad: sabe a tradición pura, a cocina de la abuela. Si vas en diciembre, pregunta por el morcón de Navidad, quizás alguna carnicería local tenga alguno preparado.
Relleno de carnaval: Este plato me llamó mucho la atención por su nombre. En carnavales, al parecer, era típico preparar un “relleno” que básicamente es carne de cerdo adobada mezclada con masa de pan o de albóndigas, que se introduce en la vejiga o estómago del cerdo y se cuece. Viene a ser un embutido casero parecido a una mortadela gigante, que luego se filetea. Podría ser similar al morcón, tal vez una variante. No tengo la receta exacta, pero se menciona como tradición en la gastronomía local. Sería un plato de carnaval, época en que tradicionalmente se aprovechaban los últimos excesos antes de la Cuaresma.
El “Señor”: No, no me refiero a una persona, sino a un postre típico de Todos los Santos (1 de noviembre) que preparan en Higuera de Calatrava llamado coloquialmente «el señor». Es muy curioso, porque se trata de una especie de caldo dulce o almíbar espeso preparado con ciruelas pasas, membrillo cocido y azúcar, servido caliente. Prácticamente es como un almíbar de fruta, una sopa dulce. Este postre ancestral se tomaba antaño el Día de Difuntos, quizás como algo simbólico (no estoy seguro del origen del nombre, tal vez en referencia al Señor (Dios) en esas fechas sagradas, o simplemente un apodo). Me contaron que ya casi nadie lo hace y está en riesgo de perderse, pero algunos mayores aún recuerdan su sabor peculiar, dulce y reconfortante. Sería genial que tradiciones así no se perdieran; ¡ojalá algún restaurante lo recuperase en su menú para dárselo a conocer a las nuevas generaciones!
Manta de bizcocho: Este fue otro descubrimiento que me encantó. La manta de bizcocho es un dulce tradicional de Semana Santa en Higuera. Básicamente es un brazo de gitano gigante: un bizcocho planchado muy grande (según dicen, antiguamente lo hacían del tamaño de una lata de horno enorme, casi un metro de largo), que luego se rellenaba de crema pastelera, se enrollaba sobre sí mismo “como una manta” y se ataba con lazos de colores. Visualiza una rosca enrollada con cintas de colores, ¡qué presentación más bonita debía tener! Este postre era típico del Domingo de Resurrección, para celebrar el fin de la Cuaresma con algo dulce a lo grande. Hoy en día ya casi no se elabora por lo laborioso que es, pero algunas familias conservan la receta. Incluso he visto que en eventos culturales han expuesto alguna manta de bizcocho tradicional. Sin duda, es parte del patrimonio repostero local.
Otros platos y productos: La lista podría seguir, porque la cocina higuereña incorpora también muchos clásicos jiennenses: el gazpacho “agrio” (una variante de gazpacho con más vinagre y ajo, muy refrescante en verano), el arroz con conejo (plato de caza simple y gustoso), el tomate “frito” con conejo (un guiso de conejo en salsa de tomate, tradicional en el campo), las gachas (unas papillas saladas de harina con pan frito -picatostes- típicas de días fríos), y postres de siempre como el arroz con leche espolvoreado de canela. Por supuesto, en época de matanza del cerdo (invierno) se producen excelentes chorizos, morcillas y lomos en orza, que las familias luego disfrutan todo el año. Y no podemos olvidar las aceitunas de la zona, aliñadas de mil formas (con tomillo, con hinojo, picantes…) que suelen ponerte de aperitivo en cualquier casa o bar.
Con tanta delicia tradicional, puede que te preguntes ¿dónde puedo probar todo esto?. Al ser un pueblo pequeño, no abundan los restaurantes formales, pero sí hay bares y peñas donde en fiestas se cocina para la comunidad. Lo más auténtico es que intentes coincidir con una fiesta local: por ejemplo, en la romería de San Isidro probé migas y carnes a la brasa que preparaban allí mismo. En las fiestas patronales suele haber chiringuitos donde sirven tapas caseras. También a veces se organizan jornadas gastronómicas en la plaza, especialmente en la Feria Medieval u otras fechas, donde se ofrecen degustaciones de platos típicos.
Si no, siempre puedes acercarte al Bar o mesón local (el pueblo tiene un par de bares) y preguntar por tapas típicas. Seguramente te ofrezcan algo de lomo de orza, aceitunas, queso de la Sierra Sur, etc. Recuerda que estás en Andalucía y aquí con la bebida suelen ponerte tapa 😉. Otra opción es visitar Porcuna (a 10 km) o Martos (a unos 30 km), localidades mayores con restaurantes tradicionales donde quizá encuentres algunas de estas recetas en sus cartas, o al menos cocina muy similar de la comarca.
La gastronomía de Higuera de Calatrava es humilde en origen pero riquísima en sabor. Cada plato cuenta una historia de vida en el campo, de aprovechamiento de recursos y de celebraciones familiares. A mí me conquistó el paladar con su autenticidad. Si eres de buen comer, en Higuera disfrutarás desde el desayuno hasta la cena: un buen aceite de oliva en pan para empezar el día, un cocido o arroz para almorzar, unas tapas de embutido por la tarde y unos dulces caseros para rematar. ¡Buen provecho, o mejor dicho, que aproveche!
Rutas y actividades en la naturaleza
La naturaleza que rodea Higuera de Calatrava puede parecer discreta comparada con los parques naturales de la provincia, pero tiene un encanto especial. Aquí no encontrarás frondosos bosques ni altas montañas; en su lugar, el paisaje está dominado por el mar de olivos característico de Jaén y por pequeñas corrientes de agua salobre que surcan la campiña. Sin embargo, este entorno brinda oportunidades estupendas para actividades al aire libre como senderismo, paseos en bici y observación del paisaje rural. Te invito a descubrir qué puede ofrecerte la naturaleza higuereña:
Paseos entre olivares: Una de las mejores experiencias que puedes tener es simplemente caminar o pedalear por los caminos rurales que salen del pueblo, rodeados de olivos perfectamente alineados. Esos senderos de tierra, usados por los agricultores para llegar a sus fincas, son ideales para un paseo tranquilo a cualquier hora del día. Por la mañana temprano escucharás el canto de los pájaros y sentirás el aroma del rocío sobre la tierra; al atardecer, la luz dorada del sol entre los olivos es una postal inolvidable. No hay rutas oficiales señalizadas como tal (no esperes grandes carteles), pero el terreno es abierto y seguro. Un recorrido recomendable es ir desde el casco urbano hasta la Ermita de San Isidro/Fuente Palacios caminando, como mencioné antes, y desde allí incluso continuar valle abajo siguiendo el curso del arroyo Salado. Otra opción es dirigirse hacia el Pozo de la Orden y alrededores, explorando ese sector sur del término municipal. Si te gusta la fotografía de paisajes, los alineamientos infinitos de olivos te darán juego para componer imágenes casi hipnóticas, y con suerte encontrarás algún viejo olivo centenario de tronco retorcido digno de foto. También podrás ver de cerca la fauna típica: pequeños conejos cruzando el camino, perdices que salen volando sorpresivamente, o el vuelo de algún cernícalo sobre los campos.
Cicloturismo: Los mismos caminos rurales son aptos para recorrer en bicicleta de montaña o de paseo. De hecho, Higuera de Calatrava dispone de una interesante red de senderos y veredas perfecta para la práctica del cicloturismo. No es raro ver grupos de ciclistas los fines de semana que pasan por el pueblo haciendo rutas entre la campiña de Martos, Porcuna y Santiago de Calatrava. Las pendientes no son muy pronunciadas, así que incluso ciclistas aficionados podrán disfrutar sin un esfuerzo excesivo. Eso sí, en pleno verano recomiendo salir a primera hora o última de la tarde, porque el sol aprieta fuerte en las zonas descubiertas. Lleva agua abundante (aunque siempre puedes repostar en fuentes como El Pilar o Fuente Palacios en el camino). Andar o pedalear por estos lares te conecta con la esencia del campo andaluz, sin ruido de coches, solo el silbido del viento entre las ramas plateadas de los olivos y quizás el lejano sonido de un tractor labrando. Es realmente terapéutico para despejar la mente.
Paraje de Fuente Palacios (San Isidro): Este enclave merece mención especial como zona de recreo en la naturaleza. Como conté antes, Fuente Palacios es un sitio con mesas, bancos y arboleda, muy adecuado para hacer un picnic o barbacoa (fuera de épocas de alto riesgo de incendio, claro). Desde el pueblo se llega en coche por un camino corto, pero yo aconsejo ir andando para disfrutar el trayecto. Una vez allí, además de la ermita y la fuente, tienes espacio para que los niños corran, para tumbarte a leer bajo una encina, o simplemente contemplar el paisaje. En primavera el campo alrededor suele cubrirse de florecillas silvestres, y es un momento ideal: los trinos de pájaros y el rumor del agua de la fuente crean un ambiente de paz increíble. Si vas en romería, estará lleno de gente; si vas un día cualquiera, posiblemente lo tengas casi para ti solo. Desde este cerro se ven hacia el norte y oeste las tierras de Córdoba, y hacia el este la silueta de Martos a lo lejos. Un lugar sencillo pero con encanto, donde comprenderás por qué los higuereños son tan devotos de su entorno natural.
Arroyos y flora local: El término de Higuera de Calatrava es atravesado por algunos arroyos estacionales, como el Arroyo Salado de Porcuna, el Saladillo y el arroyo de Las Salinas. Estos cursos de agua tienen alto contenido en sales, lo que hace que en sus orillas crezca una vegetación peculiar adaptada a suelos salinos. Por ejemplo, abundan los tarajes o tarays, unos arbustos/árboles de ribera resistentes a la sal que forman masas densas en algunos tramos. Si te interesa la botánica, también podrás observar plantas ruderales en los caminos, como el hinojo silvestre, la alcaparra, o una curiosa llamada «pepinillo del diablo» (una planta trepadora con frutitos verdes). En los bordes de caminos y cunetas verás además matas de tomillo, romero y espliego, que perfuman el aire en verano. Aunque prácticamente no quedan bosques (los suelos fértiles se destinaron al olivar hace mucho, desapareciendo casi toda la vegetación natural), algunos ejemplares de árboles exóticos destacan en el pueblo, como eucaliptos y melias plantados como ornamentales. Un par de higueras (cómo no, «higueras» en Higuera) crecen aquí y allá, recordando el árbol que da nombre al lugar.
Observación astronómica: Te comento un plus que quizás no esperas: al ser un pueblo pequeño sin polígonos industriales ni grandes luces, los cielos nocturnos en las afueras de Higuera de Calatrava son bastante claros. Si te alejas un poco de las farolas del casco urbano una noche despejada, podrás admirar un buen manto de estrellas. En las noches de verano, tenderse en una hamaca o manta en el campo para ver la Vía Láctea y las constelaciones, con la suave sinfonía de grillos de fondo, es un plan sencillo y maravilloso. Recuerdo haberlo hecho durante la lluvia de estrellas de las Perseidas en agosto: ¡qué espectáculo ver los meteoros surcando el cielo sobre los olivos!
Las actividades en la naturaleza en Higuera de Calatrava giran en torno a disfrutar del medio rural en estado puro. Aquí no hay empresas de turismo de aventura ni carteles de «mirador panorámico», pero hay libertad para que tú mismo explores sin prisas. Mi consejo es: ponte calzado cómodo, una gorra, lleva agua, y lánzate a caminar por algún camino que te llame la atención; todos te conducirán a paisajes similares, y ninguno te defraudará. Y si tienes espíritu curioso, habla con los agricultores que te cruces, pregúntales por sus olivos, por el clima… seguramente acabarás aprendiendo sobre cómo se varean las aceitunas o qué significa que un año sea «vecero» (cuando el olivo da mucha cosecha) y otro no. Esa interacción con el entorno y su gente es lo que hace tan especiales este tipo de rutas. No es solo una caminata, es conectar con la forma de vida tradicional del campo andaluz.
Cómo llegar y consejos prácticos
Llegar hasta Higuera de Calatrava es toda una pequeña aventura rural. No esperes autopistas ni estaciones de tren en la puerta; precisamente su encanto está en lo remoto. Pero con un poco de planificación, el acceso es sencillo ya sea en coche o combinando transporte público. Aquí te explico las mejores formas de llegar y te doy algunos consejos prácticos para tu visita, basados en mi experiencia:
Cómo llegar en coche: Sin duda, el coche particular es la forma más cómoda de llegar a Higuera de Calatrava, ya que te permite explorar luego los alrededores libremente. Las principales rutas de acceso son:
- Desde Jaén capital (o desde el este): Son unos 45-50 km. Debes tomar la carretera A-306 en dirección a Córdoba (esta carretera pasa cerca de Torredonjimeno y Martos). Antes de llegar a Porcuna, verás el desvío hacia Higuera de Calatrava indicado. En concreto, se coge una carretera local (JA-3407 o similar) que conecta la A-306 con Higuera pasando por Santiago de Calatrava. Otra opción es ir por Martos: Jaén -> Martos (A-316) y desde Martos bajar hacia Santiago de Calatrava y Higuera (carretera JV-2121). Ambas alternativas toman alrededor de 50 minutos desde Jaén.
- Desde Córdoba (o desde el oeste): Higuera está a unos 70 km de Córdoba capital. Lo más directo es tomar la A-306 dirección Estepejo/Torredonjimeno (es la carretera que conecta El Carpio (en la autovía A-4) con Torredonjimeno). Tras pasar Porcuna, aproximadamente a 5 km, habrá indicaciones para girar hacia Higuera de Calatrava por una carretera local (la misma JA-3407 mencionada). Otra ruta desde Córdoba es subir por la N-432 hasta Baena y de ahí por carreteras secundarias hacia Valenzuela -> Higuera, pero es más lioso. Recomiendo la de la A-306.
- Desde Madrid o el norte: Lo habitual es venir por la autovía A-4 (Madrid-Andalucía) hasta Andújar o El Carpio, y allí tomar desvío: si es en Andújar, ve hacia Porcuna pasando por Arjona; si es en El Carpio, toma directamente la A-306 hacia Porcuna. En ambos casos, luego sigues la ruta indicada desde Córdoba. Desde Madrid son unos 3h 30min de viaje en total.
- Desde Granada o el sur: Granada está a unos 100 km. Irías por la A-44 hacia Jaén y allí enlazas con A-316 a Martos, bajando luego a Higuera. Otra opción es autovía A-92 hasta Alcalá la Real y luego Alcaudete -> Martos -> Higuera, pero probablemente sea más lento. Mejor pasar por Jaén/Martos.
Las carreteras en el tramo final son comarcales estrechas pero asfaltadas y en buen estado, solo precaución con las curvas y algún tractor. Aparcar en Higuera no es problema: puedes dejar el coche en la misma plaza de España o calles adyacentes sin dificultad, especialmente si no es fiesta grande.
Cómo llegar en transporte público: Aquí la cosa se complica un poco, pero no es imposible:
- Autobús: Higuera de Calatrava tiene una comunicación limitada en autobús. Actualmente, la empresa Rivera Bus opera un servicio los días laborables (lunes a viernes) que conecta Higuera con Martos y Santiago de Calatrava. Suele haber un autobús al mediodía que sale de Martos hacia Higuera y regresa luego a Martos. Esto está pensado para estudiantes o gestiones administrativas. No hay autobús directo a Jaén capital todos los días, por lo que tendrías que hacer transbordo en Martos. Tampoco hay servicio los fines de semana. En resumen, llegar en bus regular es complicado para el turista casual, salvo que encaje con esos horarios.
- Tren: No hay estación de tren cercana; la más próxima es Jaén ciudad (o Andújar en la línea Córdoba-Madrid), pero desde allí tendrías que combinar con bus o taxi.
- Taxi/Uber: Desde Porcuna, Martos o Jaén es posible tomar un taxi a Higuera, aunque obviamente el costo será mayor. Por ejemplo, un taxi desde Martos (28 km) puede costar unos 30-40€. Desde Jaén capital, alrededor de 50-60€. No hay servicios tipo Uber o Cabify operando en esa zona rural que yo sepa, así que taxi local sería la opción.
- Excursión organizada: En ocasiones, durante la Feria Medieval u otros eventos, puede que haya autobuses organizados desde Jaén u otras localidades. Conviene informarse en la Diputación o el Ayuntamiento de Higuera de Calatrava si planifican algo especial coincidiendo con las fiestas, por si ponen transporte para visitantes.
Mi recomendación personal: ve en coche propio o de alquiler. Te dará flexibilidad para moverte y, dado que vas a un entorno rural, es lo más práctico. Las distancias son cortas entre pueblos vecinos, y así también puedes aprovechar de paso a conocer Porcuna, Martos u otros sitios cercanos.
Consejos prácticos para la visita:
Mejor época para ir: Cualquier momento del año es bueno, pero ten en cuenta el clima. En verano, las temperaturas al mediodía pueden superar los 40°C fácilmente, así que evita las horas centrales para actividades al aire libre (¡o refúgiate bajo la parra con un buen gazpacho fresco! 😅). Primavera (abril-mayo) y otoño (septiembre-octubre) son ideales, con paisajes más verdes, campos floridos y temperaturas suaves. El invierno es frío pero raramente nieva; eso sí, las noches bajan de 0°C a veces, llévate abrigo. Si te interesan las fiestas, ve en mayo (romería) o agosto (patronales) para el ambiente festivo. También el comienzo del otoño (finales de septiembre) es bonito porque los campos se preparan para la siembra y hay olor a tierra húmeda tras las primeras lluvias.
Ropa y calzado: Al ser un destino rural, lo sensato es vestir cómodo. Calzado deportivo o botas ligeras para caminar por caminos de tierra. Ropa casual; no hace falta nada elegante (salvo que te inviten a una boda 😜). En verano, ropa fresca, sombrero o gorra, gafas de sol y protector solar para las caminatas, porque el sol pega. En invierno, chaqueta cortavientos, ya que puede hacer bastante aire frío en las lomas.
Servicios en el pueblo: Higuera de Calatrava tiene lo básico: un pequeño supermercado-tienda de alimentación, algún bar/café, probablemente farmacia (conviene confirmar, puede que el servicio farmacéutico lo cubra una farmacia rural de un pueblo cercano ciertos días). Hay centro de salud de atención primaria para emergencias leves, aunque para algo mayor deberías desplazarte a Martos o Jaén. Lleva efectivo por si acaso; desconozco si hay cajero automático en el pueblo (solía haber uno de Caja Rural), pero en pueblos pequeños a veces no funciona o hay horario, así que mejor prevenido. La cobertura móvil es decente (yo tuve 4G sin problema con Movistar). Eso sí, no esperes wifi público salvo en el ayuntamiento o así.
Respeto y actitud: Como siempre en entornos rurales, es importante ser respetuoso. La gente es muy amable y hospitalaria, saluda al encontrarte, etc. No está de más corresponder con un «¡Buenos días!» cuando pases cerca de alguien. Si vas a recorrer fincas, recuerda que los olivares son parcelas privadas aunque no valladas; no pasa nada por pasar caminando, pero obviamente no arranques ramas ni cojas aceitunas (además en crudo son incomibles 😅). Si llevas perro, mejor atado si hay ganado (no suele haber mucho, pero por si acaso) y recoge sus excrementos en las calles. Y sobre todo, disfruta del ritmo tranquilo: aquí nadie tiene prisa, las horas se pasan pausadas… es un buen lugar para desconectar del estrés urbano.
Combustible y repostaje: Higuera de Calatrava no tiene gasolinera propia. La más cercana creo que está en Porcuna (a unos 12 km) o en Martos (más lejos). Así que llena el depósito en una ciudad o pueblo grande antes de ir, para no quedarte corto. Igualmente, si necesitas un cajero 24h o comprar algo específico, lo encontrarás en Porcuna o Martos.
Información turística: Conviene pasarse por el Ayuntamiento (Plaza de España) en horario de mañana, donde te pueden facilitar información sobre el patrimonio local, posibles visitas guiadas o cualquier evento que haya durante tu estancia. También está el blog local y alguna web municipal que ofrece datos históricos (aunque suele estar en español, claro).
Un último consejo: déjate llevar. Higuera de Calatrava no es un sitio de agenda apretada; es para saborearlo. Planea ver sus puntos principales pero también siéntate en un banco a observar la vida cotidiana, entra al bar a conversar con los parroquianos, o simplemente escucha el silencio del campo. Son esas vivencias las que hacen el viaje especial.
Llegar hasta este «fin de camino» en Jaén merece la pena. Yo me fui con el corazón lleno y la maleta oliendo a aceite de oliva y tomillo. Estoy seguro de que tú también disfrutarás cada momento en Higuera de Calatrava.
Dónde alojarse
Dado que Higuera de Calatrava es un municipio muy pequeño, la oferta de alojamientos dentro del pueblo es limitada, por no decir escasa. No encontrarás grandes hoteles ni paradores, pero eso no significa que no puedas quedarte a pasar la noche en la zona. Aquí te comento las opciones disponibles y te doy ideas para hospedarte cerca y así disfrutar con calma de Higuera y sus alrededores:
Casas rurales en el pueblo o cercanías: La alternativa más auténtica y cercana es optar por un alojamiento rural. En el mismo Higuera de Calatrava puede haber casas rurales o viviendas de alquiler turístico gestionadas por particulares (por ejemplo, vi en Airbnb algunas opciones de casas de campo en la zona). Estas suelen ser casas típicas, sencillas pero acogedoras, donde puedes alojarte con tu familia o amigos y a menudo disponen de cocina para prepararte tus comidas con productos locales. Si no encuentras disponibilidad en Higuera, te sugiero buscar en Santiago de Calatrava (a 6 km) o Porcuna (a 10 km), que son pueblos cercanos con más oferta. Porcuna en particular tiene varios alojamientos rurales y apartamentos turísticos muy bien valorados, como por ejemplo el Complejo Rural Villa Alicia (una casa rural con piscina a las afueras de Porcuna). Estando en Porcuna, llegas a Higuera en 10-15 minutos en coche, así que es perfectamente viable.
Hostales y hoteles en localidades próximas: Si prefieres un alojamiento tipo hostal u hotel sencillo, la mejor opción es alojarse en alguna ciudad/pueblo más grande cercano y desplazarte a Higuera en el día. Martos (a ~30 km) cuenta con hostales y algún hotel básico, al igual que Torredonjimeno (a ~25 km) o incluso Andújar (a ~40 km) si vienes desde el norte. Otra alternativa interesante es alojarte en la zona de Baena o Albendín (ya en Córdoba, a unos 30-35 km), que tienen casas rurales bonitas e incluso oleoturismo (alojamientos en antiguas almazaras, etc.). Jaén capital también es opción si no te importa hacer 45 min de coche cada día: allí tienes desde hostales económicos hasta hoteles de 4 estrellas y así podrías visitar más la ciudad. Pero claro, pierde un poco la gracia de quedarte en un entorno rural tranquilo.
Alojamientos singulares: Si buscas algo diferente, en un radio de 20-30 km hay sitios peculiares. Por ejemplo, hay alojamientos rurales en antiguos molinos de aceite restaurados por la zona de Torredonjimeno o en la campiña de Martos. También glamping o casas cueva no hay cercanas que yo sepa, pero nunca está de más investigar portales de turismo rural por si surge alguna joya escondida.
Al no haber un hotel «Hotel Higuera de Calatrava» como tal, mi recomendación personal es que te hospedes en una casa rural. Así podrás tener una experiencia más inmersiva: despertarte con el canto del gallo, salir a una terracita a desayunar tostadas con aceite local, etc. Además, los dueños suelen ser gente de la zona que te pueden orientar sobre qué ver, presentarte a vecinos o incluso cocinarte algún plato típico si hay confianza.
Consejos al alojarte por la zona:
- Reserva con antelación si planeas ir en fechas de fiestas (agosto, Semana Santa), ya que la poca oferta se llena con familiares que vuelven al pueblo.
- Pregunta si el alojamiento incluye calefacción/aire acondicionado, porque en invierno hace frío y en verano calor, y es importante estar cómodo.
- Comprueba la ubicación exacta: algunas casas rurales cercanas a Higuera están realmente en medio del campo. Genial para desconectar, pero asegúrate de que sabes llegar (a veces los últimos metros son carriles de tierra).
- Si te alojas en otro pueblo, considera la distancia y carreteras para volver tras actividades nocturnas. Por ejemplo, si vas a la verbena en Higuera y duermes en Martos, ten en cuenta el trayecto de vuelta de noche (no tomar demasiado vino si vas a conducir, por supuesto).
Para facilitar, te dejo una idea de lugares donde buscar alojamiento:
- En Porcuna: casas rurales como «Cortijo de la Fuente» o «Casa del Mirador» (están listadas en portales rurales).
- En Martos: Hostal Veracruz, Hotel Ciudad de Martos (por decir algunos).
- En Jaén capital: gran variedad, desde urbanas a algún alojamiento rural en las afueras.
- Plataformas como EscapadaRural, Airbnb o Booking te permitirán filtrar por distancia a Higuera de Calatrava y ver lo disponible.
Personalmente, cuando estuve por allí, opté por quedarme en una casa rural en un pueblo cercano y fue un acierto: me permitió vivir el día en Higuera intensamente y por la noche descansar en una finca rodeada de olivos con un cielo estrellado impresionante.
En síntesis, alojarse cerca de Higuera de Calatrava es posible y te diría que forma parte de la aventura. No habrá hoteles de lujo, pero sí hospitalidad de sobra. Y si por cualquier razón no encuentras nada que te convenza cerca, siempre puedes alojarte en Jaén o Córdoba y visitar Higuera en una excursión de un día. Pero, sinceramente, pasar una noche en la comarca te dará una perspectiva más completa de la vida rural jiennense. Despertar con el repique de campanas de la iglesia o el sonido lejano de un tractor labrando al amanecer no tiene precio para los que venimos de ciudad. ¡Anímate a quedarte por aquí y vivirlo!
Preguntas frecuentes sobre Higuera de Calatrava
A continuación, te presento algunas preguntas frecuentes que muchos viajeros se hacen sobre Higuera de Calatrava, junto con sus respuestas. Esta sección de FAQ te ayudará a resolver dudas rápidas y a recapitular la información más importante de este destino.
¿Dónde está Higuera de Calatrava?
Higuera de Calatrava es un municipio situado en el suroeste de la provincia de Jaén, en la comunidad autónoma de Andalucía, España. Se encuentra a unos 40-50 km de Jaén capital, en la comarca de la campiña jiennense, muy cerca del límite con la provincia de Córdoba. El pueblo está rodeado de campos de olivos y limita con localidades como Porcuna, Torredonjimeno y Santiago de Calatrava.
¿Por qué se llama así, qué significa Higuera de Calatrava?
El nombre del pueblo tiene dos partes con significado: «Higuera» y «de Calatrava». Higuera hace referencia a la existencia de higueras (árboles de higo) en la zona; de hecho, durante la época islámica ya se llamaba así la alquería original, posiblemente por alguna higuera prominente o abundancia de ellas. La coletilla «de Calatrava» se incorporó tras la Reconquista, cuando la villa pasó a pertenecer a la Orden Militar de Calatrava. Esta orden de caballeros cristianos administró el territorio en la Edad Media, y su nombre quedó ligado al pueblo como signo de orgullo e identidad histórica. En resumen, Higuera de Calatrava significa «la higuera de la Orden de Calatrava».
¿Cuántos habitantes tiene Higuera de Calatrava?
Es un pueblo pequeño. Actualmente cuenta con alrededor de 600 habitantes (591 según el censo de 2024), a los cuales coloquialmente se les llama higuereños. En décadas pasadas tuvo más población (por ejemplo, casi 2.000 habitantes en 1940), pero sufrió bastante emigración. Hoy es una comunidad pequeña y unida, donde todos se conocen.
¿Qué se puede ver y hacer en Higuera de Calatrava?
A pesar de su tamaño, hay varias cosas interesantes para ver. Destaca el Torreón del Castillo, una torre medieval del siglo XIII que es el símbolo del pueblo. También la Iglesia de la Inmaculada Concepción, del siglo XVI, con bonitas bóvedas góticas. Podrás visitar antiguos pilares y fuentes como El Pilar (fuente abrevadero histórica), y si caminas un poco llegarás a la Ermita de San Isidro en el paraje Fuente Palacios, con vistas preciosas. Además, pasear por sus calles blancas es muy agradable: verás casas tradicionales, alguna fachada con escudo nobiliario, y rincones pintorescos. En cuanto a actividades, lo principal es disfrutar de la naturaleza rural: hacer senderismo o rutas en bici entre olivares, picnic en Fuente Palacios, y fotografía de paisajes. También puedes asistir a las fiestas locales (patronales en agosto, romería en mayo, etc.) para vivir la cultura del pueblo.
¿Cuáles son las fiestas más importantes de Higuera de Calatrava?
Las fiestas principales son las Fiestas Patronales en honor a San Roque y San Sebastián, que se celebran a mediados de agosto (en torno al 16 de agosto) con verbenas, procesiones y la tradicional ofrenda de «Los Pesos». Otra fiesta destacada es la Romería de San Isidro el 15 de mayo, donde la gente va en peregrinación hasta la ermita y pasan un día de campo. Asimismo, celebran la Semana Santa con procesiones en Pascua, la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre (patrona de la parroquia), y la alegre Cabalgata de Reyes Magos el 5 de enero. En años recientes organizan un Mercado Medieval en verano con ambiente histórico. Y por supuesto, el Día de Andalucía (28F) y otras fiestas generales también tienen su conmemoración local. En definitiva, casi todo el año hay alguna excusa festiva para visitar el pueblo.
¿Qué platos típicos puedo probar en Higuera de Calatrava?
La gastronomía de Higuera es muy tradicional y sabrosa. Algunos platos típicos son el cocido de segador (un guiso de garbanzos con patata y productos del cerdo), las migas de harina con torreznos, el potaje de bacalao que preparan en Semana Santa, y embutidos caseros como el morcón de Navidad (tripa rellena de carne, huevo y especias cocida con el cocido). También hacen dulces curiosos, como la manta de bizcocho (brazo de gitano gigante relleno de crema) en Pascua, o el “señor” un postre líquido de fruta en Todos los Santos. Siempre, por supuesto, usando el excelente aceite de oliva virgen extra local en la cocina. Si visitas, puedes degustar estas comidas en algún bar local (en tapas) o durante las fiestas, donde suelen ofrecer platos populares.
¿Cómo llego hasta Higuera de Calatrava?
La forma más directa es en coche. Desde Jaén tardas unos 50 minutos (vía Torredonjimeno-Porcuna), y desde Córdoba alrededor de una hora (vía El Carpio-Porcuna). Las carreteras finales son comarcales señalizadas. En transporte público es más complicado: hay un autobús de lunes a viernes que conecta con Martos, pero no servicio regular en fines de semana, así que se recomienda ir en vehículo privado. Otra opción es taxi desde Porcuna o Martos. El pueblo en sí es pequeño y se recorre a pie fácilmente.
¿Dónde puedo alojarme al visitar Higuera de Calatrava?
Dentro del pueblo no hay hoteles como tal. La mejor opción son casas rurales o alojamientos en pueblos cercanos. Por ejemplo, en Porcuna (10 km) y Martos (30 km) hay casas rurales, hostales y apartamentos turísticos cómodos. También puedes quedarte en Jaén capital o Andújar y acercarte en el día, pero si quieres vivir el ambiente rural, una casa rural en la zona es ideal. Revisa plataformas de alquiler vacacional para encontrar alguna en Higuera o Santiago de Calatrava; a veces la gente local alquila viviendas durante las fiestas. Si vas en agosto (fiestas patronales), reserva con antelación porque la demanda sube.
¿Merece la pena visitar Higuera de Calatrava?
¡Por supuesto que sí! 🙂 Aunque es un destino poco conocido, merece la pena si te gusta el turismo rural, la historia y las tradiciones auténticas. Encontrarás un pueblo tranquilo con gente amable, aprenderás sobre la Orden de Calatrava y la vida fronteriza medieval, disfrutarás de paisajes de olivar únicos y podrás saborear platos caseros exquisitos. Higuera de Calatrava no es un lugar de grandes lujos ni espectáculos, sino de pequeñas grandes experiencias: una conversación bajo la sombra de la torre, una puesta de sol entre campos, un baile espontáneo en la plaza durante la verbena… Si buscas conocer la Andalucía más genuina y relajarte fuera de los circuitos masificados, este pueblo te va a encantar. Yo personalmente quedé encantado con mi visita y la recuerdo con mucho cariño.
Espero que con esta guía super completa sobre Higuera de Calatrava (Jaén) te hayan entrado tantas ganas de visitarla como las que tengo yo de volver. He intentado cubrir todo: su historia apasionante, los rincones que debes ver, las fiestas que hacen vibrar al pueblo, los sabores que no debes perderte y cómo moverte por allí. Es un destino humilde, sí, pero con un alma enorme.
Ya sea que vayas de pasada unas horas o que te quedes varios días explorando la zona, Higuera de Calatrava te recibirá con los brazos abiertos y probablemente te despidas de ella con un “hasta pronto”. No olvides tu cámara de fotos, tu apetito y, sobre todo, la disposición a disfrutar sin prisas. Cualquier duda que te quede, repasa las preguntas frecuentes de arriba o pregúntame, que estaré encantado de ayudarte más.
¡Buen viaje y a descubrir los encantos ocultos de Jaén en Higuera de Calatrava! 😄🚗🌄