¡Hola! Soy un viajero amante de los pequeños pueblos con encanto, y hoy te voy a llevar conmigo a descubrir Canena, en la provincia de Jaén. Seguramente has oído hablar de su imponente castillo renacentista o de su famoso aceite de oliva, ¿verdad? Pues déjame contarte que Canena es mucho más: es historia viva entre campos de olivos, es relajarse en un balneario centenario y es saborear la auténtica gastronomía jiennense en un entorno tranquilo. En primera persona y de manera muy cercana, te relataré todo lo que necesitas saber para visitar Canena: desde sus orígenes e hitos patrimoniales, hasta qué ver y hacer, dónde probar sus delicias locales, dónde puedes dormir si decides quedarte y algunos consejos prácticos para aprovechar al máximo tu viaje. Prepárate para enamorarte de este rincón de Andalucía que, aunque pequeño, tiene un montón que ofrecer. ¡Vamos allá!
Historia y patrimonio de Canena
Para entender la magia de Canena, viene bien saber un poco de su historia. Este pueblo, situado en la comarca de La Loma en Jaén, tiene orígenes remotos: se han encontrado vestigios desde la Prehistoria (herramientas de piedra pulimentada) y también restos romanos en sus alrededores. De hecho, junto al cercano arroyo de la Yedra hay ruinas de un antiguo acueducto romano y un molino de cereal (El Molinillo), lo que indica que ya en época romana esta zona estaba habitada y aprovechada. El nombre de Canena podría derivar de tiempos árabes (se cree que una tribu bereber, los Banu Kinana, se asentó aquí hacia el siglo VIII). Luego, con la conquista cristiana por Fernando III en el s. XIII, el lugar pasó a la órbita de órdenes militares y finalmente, en el Renacimiento (s. XVI), cayó en manos de Francisco de los Cobos, secretario del emperador Carlos V, quien marcaría para siempre el patrimonio local.
Precisamente, el mayor tesoro patrimonial de Canena nació en esa época: su castillo-palacio renacentista, que domina el pueblo desde lo alto. Más adelante le dedicamos su propia sección, porque realmente es la joya de Canena. Solo te adelanto que fue construido en torno a 1538 sobre una antigua fortaleza medieval y que está declarado Monumento Nacional desde 1931. ¡Imponente es poco!
Además del castillo, dando un paseo por Canena descubrirás otros monumentos históricos:
- Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción (también considerada la iglesia parroquial de Santa María): Un templo del siglo XVI, de estilo renacentista en su fachada, pero con sorpresa en el interior: su techumbre es de madera con decoración mudéjar, lo que evidencia esa mezcla de influencias de la época. Consta de tres naves separadas por arcos de medio punto sobre columnas. Al entrar, te llamará la atención su torre campanario cuadrada y, si tienes oportunidad, pregunta por la sacristía-museo, donde guardan libros de bautizos y objetos litúrgicos que datan ¡del 1564 en adelante! Es un lugar lleno de historia local.
- Ermita de Nuestra Señora de los Remedios (antigua ermita del Rosario): Se ubica a las afueras del casco urbano. Es una ermita sencilla pero con mucha solera, cuya construcción inició a finales del siglo XV y se completó en el XVIII. En su fachada aún puede leerse que se levantó gracias a limosnas de los vecinos. Tiene planta rectangular con una cubierta de bóveda de cañón. Al entrar verás un pequeño cancel con arcos algo rebajados, sostenidos por columnas dóricas. Es la ermita de la patrona, la Virgen de los Remedios, muy querida en el pueblo. Si te gusta el turismo religioso o simplemente los edificios antiguos con encanto humilde, te encantará esta ermita rodeada de paz.
- Museo de las Telecomunicaciones: ¡Así es, Canena tiene un museo curioso dedicado al teléfono y las comunicaciones! Está instalado en un edificio del casco urbano y exhibe una colección de aparatos antiguos, centrales, cables y demás equipos telefónicos históricos, cedidos en parte por la Fundación Telefónica. Inaugurado en 2010, es un pequeño museo pero diferente, ideal si eres amante de la tecnología vintage. Puede ser una visita amena, especialmente en familia, para ver cómo eran los teléfonos de hace décadas. Pregunta en el Ayuntamiento o Casa de la Cultura por los horarios de apertura, ya que suelen ser limitados o con cita.
- Fuentes históricas: Repartidas por el pueblo hay varias fuentes con historia. Destacan la Fuente Nueva, con sus dos caños y pila de piedra en un parquecito (data de tiempos de Carlos V), y la Fuente del Caño, con un pilar y antiguo lavadero adjunto, en pleno centro del pueblo. También están la Fuente del Arca y la del Pilarejo en las afueras, que originalmente servían al riego y al propio castillo. Estas fuentes quizá pasen más desapercibidas, pero si te topas con alguna en tu paseo, sabrás que forman parte del legado histórico de Canena y que por ellas ha corrido agua desde hace siglos.
El patrimonio de Canena refleja su larga historia: desde restos romanos hasta joyas renacentistas. Pasear por sus calles tranquilas es casi como viajar en el tiempo, encontrando detalles antiguos a cada paso. Ahora bien, hablemos en detalle de la estrella del pueblo, que bien lo merece.
Castillo de Canena (monumento emblemático)
Sin duda, el Castillo de Canena es el símbolo indiscutible de la localidad. Te cuento mi experiencia: al llegar, lo primero que vi fue su silueta robusta coronando una pequeña colina junto al pueblo. Es un castillo de piedra dorada por el sol de Jaén, de planta cuadrada con torres cilíndricas en las esquinas. No esperes un castillo medieval en ruinas; al contrario, se trata de un palacio renacentista fortificado, elegante y sobrio a la vez.
Un poco de historia del castillo: originalmente aquí hubo una fortaleza probablemente de época árabe, pero la estructura actual se levantó en 1538. Francisco de los Cobos (el poderoso hombre de confianza de Carlos V) compró la villa de Canena y mandó construir un palacio sobre los restos del castillo anterior. Para ello contrató –según muchos historiadores– al prestigioso arquitecto Andrés de Vandelvira, el mismo que diseñó grandes monumentos renacentistas de Úbeda y Baeza. El resultado fue esta magnífica residencia señorial con aspecto de castillo. De hecho, combina a la perfección la funcionalidad militar (foso, torres, muros gruesos) con la estética palaciega renacentista (patio interior porticado, balcones, detalles decorativos). Imagina la impresión que debió causar en su época: era una demostración de poder y refinamiento. Con el tiempo, el castillo pasó por distintos dueños (incluso estuvo vinculado al Marquesado de Camarasa) y llegó bastante íntegro hasta el siglo XX. En 1931 fue declarado Monumento Nacional, lo que ayudó a su conservación. Hoy día sigue en manos privadas, perteneciendo a una familia que, por suerte, permite visitas en ciertos momentos (¡menos mal, porque es una maravilla que merece ser conocida!).
¿Cómo visitar el castillo? Aquí viene algo muy importante: al ser propiedad privada, el castillo solo abre al público los lunes por la tarde. Sí, has leído bien, únicamente un día a la semana. En concreto, hay visitas guiadas gratuitas los lunes de 16:00 a 19:00 horas (en horario de invierno puede ser de 17:00 a 20:00, compruébalo según la temporada). Estas visitas se enmarcan en un programa llamado “Tesoros Escondidos de La Loma” que organiza la comarca, y requieren cita previa. Mi recomendación personal: si tu viaje te lo permite, planifica estar en Canena un lunes a esa hora. Deberás llamar con antelación al Ayuntamiento de Canena o a Turismo de Jaén para apuntarte en la visita guiada. ¡Vale mucho la pena! Un guía local te acompañará por el interior del castillo, y podrás ver:
- El patio de armas o patio central, de estilo renacentista, con doble galería de arcos y una elegante escalera. Alrededor se disponen las estancias, tal como un palacio.
- La torre del homenaje, de base cuadrada, que es la más alta y ofrece vistas panorámicas. Fíjate en la entrada, aún conserva las ranuras del antiguo puente levadizo que tuvo siglos atrás (hoy reconstruido de forma fija para acceder).
- Salas interiores con elementos originales: en algunas visitas muestran la capilla, salones con chimenea, e incluso mazmorras o bodegas bajo el nivel del suelo.
- El balcón mirador o solárium, una curiosidad del castillo: es una terraza elevada, orientada al sur, pensada no para la defensa sino para el ocio, donde los señores disfrutaban del sol y el paisaje (esto era algo inusual en fortalezas, y demuestra el carácter palaciego de Canena).
- Diversos detalles arquitectónicos: escudos heráldicos en la portada (verás el escudo de los Cobos sobre la puerta principal), columnas jónicas en la galería alta, techos abovedados… Cada rincón tiene su anécdota.
La visita dura alrededor de 45 minutos y es gratuita. Eso sí, solo ese día y horario. Si no puedes ir en lunes, tendrás que conformarte con admirarlo por fuera, lo cual tampoco está mal: puedes rodear el castillo, ver el foso parcialmente restaurado y hacer fotos estupendas, especialmente al atardecer cuando la piedra se tiñe de tonos dorados. Desde la explanada del castillo también tendrás una bonita vista del pueblo y los campos de olivos en derredor.
En resumen, el Castillo de Canena es el plato fuerte de la visita. Yo salí encantado, imaginando la vida de palacio en pleno siglo XVI y agradeciendo que estos “tesoros escondidos” se abran al público aunque sea ocasionalmente. ¡No olvides incluirlo en tu itinerario (y recuerda lo del lunes)!
Qué ver y qué hacer en Canena
Además del castillo, quizá te preguntes: ¿y qué más puedo ver o hacer en Canena? Aunque es un municipio pequeño, te aseguro que hay varias actividades y rincones interesantes para disfrutar medio día o un día entero:
- Pasear por el casco antiguo: El pueblo en sí es tranquilo y pintoresco, con calles estrechas y casas encaladas típicas andaluzas. Recorre la Plaza de la Constitución (donde está el Ayuntamiento) y las calles cercanas. Te encontrarás con la gente local que suele salir a tomar el fresco o hacer sus compras diarias, y sentirás ese ambiente relajado de pueblo. Observa los detalles, como algún portalón antiguo de madera, rejas trabajadas en las ventanas y quizás algún pequeño escudo nobiliario en fachadas, recuerdo de familias importantes de antaño. Un paseo sin prisa te permitirá descubrir rincones fotogénicos; por ejemplo, la vista del castillo asomando al final de una calle blanca es imperdible.
- Visitar la Iglesia y la Ermita: Ya las mencionamos en la parte de patrimonio. Si encuentras la iglesia parroquial abierta (a veces abre antes o después de misa, pregunta a algún vecino por los horarios, suelen ser hacia la tarde), entra para admirar su interior sencillo pero histórico. La ermita suele abrirse en ocasiones especiales, pero puedes acercarte igualmente a su exterior. Son lugares que conectan con la espiritualidad e historia del pueblo, y a mí personalmente me encanta visitarlos para comprender la devoción local.
- Museo de las Telecomunicaciones: Si está abierto durante tu visita (normalmente horario de mañana entre semana), date una vuelta por este peculiar museo. Tocar un teléfono antiguo o ver un cuadro de conmutadores de los años 50 es casi como volver al pasado reciente. Es una actividad diferente que no muchos pueblos ofrecen, ideal si quieres algo distinto a monumentos religiosos.
- Oleoturismo y cultura del aceite: Estás en tierra de olivos, así que una de las cosas más auténticas que puedes hacer es aprender sobre el aceite de oliva virgen extra de la zona. Canena da nombre a “Castillo de Canena”, una de las marcas de aceite premium de Jaén, cuya almazara (fábrica de aceite) está en las fincas de olivos alrededor. Aunque la almazara en sí no está en el pueblo urbano, en temporadas de cosecha (invierno) podrías contactar para ver si ofrecen visitas guiadas a la fábrica o a los olivares. Algunos viajeros realizan catas de aceite en la región; por ejemplo, en Úbeda/Baeza hay tours de oleoturismo que incluyen fincas de Canena. Pregunta en el alojamiento o en turismo de Baeza si hay alguna visita a olivar o almazara disponible. Sumergirte en la cultura del aceite te hará apreciar aún más el paisaje y la gastronomía local. Yo pude probar distintas variedades de aceite en una cata cercana y fue una experiencia deliciosa y educativa.
- Disfrutar de la calma y el entorno rural: Una de las mejores cosas que hacer en Canena es, sencillamente, disfrutar de su tranquilidad. Si vienes de la ciudad, notarás el cambio de ritmo enseguida. Aquí el ruido predominante es el canto de los pájaros o, a lo sumo, el tractor de algún agricultor a lo lejos. Puedes sentarte en un banco de la Plaza o del Parque, bajo la sombra de un árbol, y contemplar el paisaje. Verás cómo el tiempo parece ir más lento. Es un destino ideal para desconectar.
En definitiva, qué hacer en Canena se resume en: empaparte de su historia, caminar sus calles, admirar su patrimonio y saborear su cultura del olivo. Es un plan sencillo pero muy auténtico, perfecto para incluirlo como parada en una ruta por la provincia de Jaén (por ejemplo, combinando con Baeza y Úbeda que están muy cerca).
Entorno natural y rutas de senderismo
Aunque Canena no esté en plena sierra, su entorno natural tiene su encanto particular y ofrece alguna que otra ruta agradable. Te hablo de colinas alfombradas de olivos hasta donde alcanza la vista. Ese paisaje, tan característico de Jaén, aquí se muestra en todo su esplendor gracias a la ubicación central del pueblo en un llano elevado.
Una pequeña ruta senderista/caminata que recomiendo es la que va desde el pueblo hasta la Fuente del Arca. La Fuente del Arca es un manantial natural situado a las faldas del Cerrillo de los Prietos, un cerro próximo. Puedes llegar caminando por un camino rural de unos 2 km (también accesible en coche por camino de tierra, pero mejor disfrutarlo andando). El paseo es sencillo y llano, entre olivares. Al llegar, encontrarás una fuente que brota de una especie de arcada de piedra (de ahí su nombre). Es un lugar tranquilo donde a los lugareños les gusta ir de picnic o a llenar garrafas de agua fresca. Desde allí se aprecian vistas bonitas de la campiña y, si vas en primavera, el campo estará lleno de flores silvestres entre los olivos, ¡un espectáculo humilde pero precioso! No es una ruta señalizada oficialmente, pero preguntando te indicarán el camino sin problema.
Otra excursión un poco más larga es ir hasta el Pantano de Giribaile. El pantano (embalse) de Giribaile se encuentra a unos 8-10 km al noroeste de Canena. Puedes ir en coche en unos 15 minutos. Una vez allí, hay caminos y sendas por los alrededores del embalse ideales para caminar, correr o incluso montar en bici. El pantano en sí es grande y en invierno atrae aves acuáticas, así que si te gusta la observación de aves llévate prismáticos. Desde ciertos puntos de la orilla se ven ruinas del antiguo Castillo de Giribaile asomando en una loma (lamentablemente en ruinas y de difícil acceso, pero el panorama es interesante para los amantes de la arqueología). En verano, la zona del pantano puede hacer mucho calor y no tiene servicios turísticos desarrollados, es más bien para estar en contacto con la naturaleza pura. Cerca del embalse, justamente, está ubicado el Paraje La Lambra, un alojamiento rural del que hablaré en la sección de alojamientos, pero que también sirve de punto de partida para explorar este entorno natural.
Si buscas rutas de senderismo señalizadas de mayor recorrido, al estar Canena en una zona de campiña, las rutas son más bien rurales. Sin embargo, a poca distancia tienes parques naturales importantes: el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas queda hacia el este (a unos 45 minutos en coche hasta su extremo sur) o Sierra Mágina al sur. No son en Canena mismo, claro, pero menciono esto por si quieres establecer Canena como base tranquila y desde aquí moverte en coche a alguna caminata en esos parques. De todos modos, para algo más local, recorrer los caminos entre olivos alrededor del pueblo ya es una experiencia muy Jaén: sentir el olor de la tierra y el aceite, ver cómo cambian los colores del olivar con la luz… Incluso puedes atreverte a hacer un tramo hasta el vecino pueblo de Ibros o Rus caminando por las vías rurales (existen caminos agrícolas que conectan los pueblos, consulta mapas locales). Eso sí, lleva agua, gorra y protección solar, especialmente en verano, porque hay pocos sombreados y el sol jiennense pega fuerte.
Por último, no olvides que a apenas 10 km están Baeza y Úbeda, ciudades Patrimonio Mundial, donde también hay rutas urbanas y senderos periurbanos. Desde Canena, podrías hacer la Vía Verde del Aceite (tramo Jaén-ubeda) u otras rutas comarcales si te interesa el cicloturismo o senderismo de mayor envergadura. En cualquier caso, en Canena disfrutarás de un entorno natural relajante, más orientado al descanso y al paisaje agrario que a la aventura extrema – lo cual a veces es justo lo que necesitamos para desconectar.
Balneario de San Andrés: relajación entre historia
Un apartado especial del entorno merece el Balneario de San Andrés, porque combina naturaleza, historia y salud. Este balneario se ubica a 2 km del pueblo, en mitad del campo, y es uno de los balnearios más antiguos de Andalucía. Sus aguas termales se conocen desde época romana, y a lo largo de los siglos siempre se han aprovechado por sus propiedades mineromedicinales. De hecho, en el siglo XIX el Balneario de Canena fue muy famoso y acudían personas de toda España a “tomar las aguas”.
Hoy el Balneario sigue en funcionamiento y se ha modernizado como un hotel-balneario de 3 estrellas. ¿Qué puedes hacer allí?
- Darte un baño termal o un circuito spa: Ofrecen piscinas termales (cubierta y al aire libre en verano), chorros, saunas y diversos tratamientos (barros, masajes, etc.) enfocados a mejorar problemas de reuma, estrés, afecciones de riñón y estómago, o simplemente para relajarte. Incluso si no estás alojado, suelen tener pases de día para usar las instalaciones termales. Imagínate, después de un día de turismo, sumergirte en sus aguas ricas en minerales a 32°C… ¡una gozada para recargar energías!
- Visitar su entorno ajardinado: El balneario está rodeado de jardines y arboledas centenarias. Es un lugar muy agradable para pasear. Hay una alameda de plátanos de sombra y pinos, con bancos y zonas verdes. Aunque no entres al spa, podrías pasar a comer en su restaurante (previa reserva) y dar un paseo por los exteriores. Te sentirás transportado a otro tiempo, cuando la gente venía en diligencia a este oasis de salud.
- Alojamiento con encanto: Si buscas dónde pasar la noche en Canena, esta es una de las opciones top (lo detallo en la sección de alojamientos). Dormir en el balneario tiene su encanto: habitaciones en un edificio clásico, con el silencio del campo por la noche, y al despertar poder darte un baño termal matutino. ¡Plan redondo para parejas o familias que busquen tranquilidad!
Como amante de las experiencias diferentes, yo visité el balneario y me encantó la atmósfera retro que conserva en algunas partes (azulejos antiguos, fotografías en blanco y negro de visitantes de principios del XX). Al mismo tiempo, disfruté de un masaje moderno que me dejó nuevo. Si dispones de unas horas libres en tu itinerario, te recomiendo mucho incluir el Balneario de San Andrés para mimar tu cuerpo y conectar con una tradición balnearia de siglos pasados.
Fiestas y tradiciones locales
Conocer las fiestas de un pueblo nos da una visión de su vida y tradiciones más auténticas. Canena, a pesar de su tamaño, celebra varias fiestas a lo largo del año que atraen tanto a los vecinos como a visitantes de poblaciones cercanas. Te destaco las principales:
- Fiestas de San Marcos (25 de abril): San Marcos Evangelista es el patrón de Canena, y su festividad es muy especial aquí. Las celebraciones suelen durar varios días en torno al 25 de abril. El pistoletazo de salida es el día 23 de abril, conocido como el día de las Rosqueras: tradicionalmente las mujeres del pueblo (rosqueras) hacían unos roscos de pan o bollos grandes, adornados con huevos duros, que se bendicen y reparten. A lo largo de estos días hay actos religiosos (misas, procesión de San Marcos por las calles engalanadas), pero también mucha fiesta popular: verbenas nocturnas en la plaza, competiciones deportivas, actividades para niños, y cómo no, la degustación de los roscos de San Marcos, que son unos bollos dulces típicos que se elaboran para la ocasión. También es costumbre hacer comidas campestres: el día 25 muchos caneneros se van de “merendica” al campo con familiares y amigos para comer juntos. Si visitas Canena en estas fechas, vivirás el pueblo en su máximo esplendor de alegría y participación.
- Fiestas Patronales de Agosto (en honor a la Virgen de los Remedios): A mediados de agosto, Canena celebra a su patrona, la Virgen de los Remedios. Por lo general duran varios días (alrededor del 15–18 de agosto, aunque varía cada año). Durante esta feria de verano hay procesión de la Virgen por las calles (de noche, con velas, es muy emotiva), además de feria con casetas, música en directo, bailes, concurso de migas y gastronomía, encierros taurinos infantiles (carretillas con cuernos para los peques) y fuegos artificiales. Al ser en agosto, muchos hijos del pueblo que viven fuera regresan de vacaciones, así que el ambiente es muy animado y familiar. Encontrarás atracciones para niños, puestos ambulantes y mucho ambiente por las noches con orquestas en la verbena popular. Es la típica feria andaluza en versión pueblo pequeño: cercana y divertida.
- Festival de Música “Villa de Canena”: Cada mes de julio, desde hace unos años, se organiza un pequeño festival de música clásica y jazz en Canena. Suele haber conciertos los fines de semana de julio, a veces en escenarios monumentales como el patio del castillo o en la plaza. Este festival “Villa de Canena” le da un toque cultural veraniego al pueblo y es una gran ocasión para escuchar buena música en un entorno histórico. Imagina un concierto de guitarra española al atardecer frente al castillo… ¡se pone la piel de gallina! La entrada suele ser libre y atrae a melómanos de toda la comarca.
- Otras tradiciones: Por supuesto, como en todo pueblo andaluz, también se celebran la Semana Santa (con procesiones modestas pero sentidas), el Día de Todos los Santos (donde es típico hacer gachas de harina y miel, una receta ancestral para recordar a los difuntos), y en Navidad hay belén viviente o cabalgata de Reyes para los niños. Una tradición singular: en Canena se elabora un licor casero llamado “risol” (a base de anís) y otro apodado “la paloma”, que suelen servirse en celebraciones. Si tienes ocasión de que algún local te invite a probarlos durante las fiestas, ¡adelante, brindis asegurado!
Informarte de las fiestas locales puede ayudarte a decidir cuándo visitar Canena. Si te gusta la tranquilidad absoluta, quizás evites agosto; pero si quieres ver el pueblo en ambiente festivo, esas fechas de abril o agosto son ideales. Yo he vivido las fiestas de San Marcos y fue entrañable ver a todo el pueblo unido en tradición (y esos roscos bendecidos estaban riquísimos, mojados en chocolate 😋).
Gastronomía y dónde comer
Hablemos de comida, que es siempre un plato fuerte de cualquier visita. En Canena vas a encontrar la esencia de la gastronomía jiennense casera, la de toda la vida, con el aceite de oliva virgen extra como gran protagonista. Aquí te cuento qué delicias puedes probar y dónde:
Platos típicos de Canena y La Loma:
- Guiñapos con liebre: a pesar del nombre curioso, es un guiso contundente muy de campo. Lleva liebre (o conejo) guisada con tortas de harina rasgadas (de ahí “guiñapos”, que significa trapos viejos, por la forma de la masa en el guiso), patatas y especias. Es sabroso y se suele hacer en otoño-invierno. Si eres cazador de sabores locales, este te sorprenderá.
- Sopa de segadores: plato humilde que preparaban antiguamente los jornaleros que segaban el trigo. Es una sopa con base de pan, tomate, pimiento, ajo, aceite de oliva (por supuesto) y a veces huevo escalfado. Reconfortante y llena de sabor, te carga las pilas.
- Andrajos: similar a los guiñapos, es otro guiso con tortas de harina en tiras, pero suele hacerse con conejo o bacalao y setas. Muy típico de Jaén también. Cada pueblo tiene su variante.
- Pipirrana: ensalada fría de verano, con tomate, pimiento verde, pepino, huevo duro y atún, todo muy picadito, aliñado generosamente con aceite de oliva virgen extra y vinagre. Fresca y deliciosa, perfecta para el calor.
- Guisado de albóndigas: Un potaje con albóndigas caseras (de carne o bacalao), patatas y verduras. Sencillo y rico.
- Migas ruleras: Si vas en otoño o invierno y hace fresquito, unas migas de pan con tropezones (chorizo, panceta, pimiento frito, ajos) son mano de santo. En Canena también se acompañan con uvas o melón, contrastando dulce y salado.
- Postres y dulces: No te vayas sin probar los roscos de San Marcos (si vas en esas fechas) o los roscos de vino navideños si vas en diciembre. Otras delicias locales: las tortillas dulces (especie de crepes gruesos con azúcar), las empanadillas de almíbar (empanadillas rellenas de una pasta de almendra bañadas en almíbar, ¡exquisitas!) y los ochíos (bollitos de aceite, salados o dulces según la masa, típicos de Jaén). Acompaña todo con un vasito de risol casero si tienes ocasión (licor dulce anisado).
¿Dónde comer en Canena?
Al ser un pueblo pequeño, la oferta no es muy amplia, pero sí genuina. Opciones:
- Restaurante del Balneario de San Andrés: Si buscas un almuerzo con platos jiennenses bien preparados, este restaurante es de los más reconocidos de la zona. Abierto al público (aunque está dentro del hotel balneario), tiene un salón grande y sirven menú diario y carta. Los cocineros conocen la cocina tradicional local; de hecho, suelen incluir platos de la comarca con un puntito actual. Podrías probar allí los andrajos o un buen cordero al horno con patatas, por ejemplo. El ambiente es tranquilo y algo clásico. Ideal si vas en plan relajado o en familia. Conviene reservar, especialmente fines de semana.
- Bar o mesón del pueblo: En el centro de Canena encontrarás Bar Paco’s o Mesón Casa Pepe (nombres figurativos, ya que la oferta puede cambiar; conviene preguntar a un local “¿dónde se come bien por aquí?”). Suelen ser bares sencillos pero auténticos donde tomar unas tapas y raciones caseras. En pueblos de Jaén es común que con la bebida te pongan tapa gratis: puede ser desde un trocito de lomo en salsa hasta un guisillo casero. Estos bares locales son perfectos si quieres algo informal: por pocos euros comes de tapas y vas probando varias cosas. El trato suele ser cercano. No esperes carta gourmet, sino la abuela cocinando en la cocina platos del día. Precisamente ahí reside el encanto. Por ejemplo, en mi visita almorcé en un mesón familiar cerca de la plaza: probé un potaje de garbanzos con espinacas (especialidad del día) y un revuelto de setas, ¡y estaba para mojar pan sin parar!
- Casa rural La Lambra (restaurante): El hotel rural Paraje La Lambra, del que hablaremos, también cuenta con un pequeño restaurante que prioriza productos locales. Es otra buena opción para cenar tranquilo, especialmente si te alojas allí. Imagina cenar en su terraza con vistas al campo, disfrutando de unas chuletillas de cordero lechal de la zona, o unas verduras a la plancha aliñadas con aceite de Canena… Suena bien, ¿no? No es exclusivo para huéspedes, cualquiera puede reservar mesa (sujeto a disponibilidad).
- Opciones cercanas: Si buscas más variedad, a 10 minutos en coche tienes Baeza, donde hay muchos restaurantes y bares excelentes (desde la clásica Taberna El Arcediano hasta restaurantes más innovadores). Úbeda, a 15 min, también es un paraíso gastronómico. No dudes en moverte si quieres una cena especial en un sitio con más oferta. Pero para la experiencia local auténtica, comer en Canena mismo, con su gente, te dejará un gran sabor de boca (literalmente).
Por último, un consejo: en Canena, como en todo Jaén, el aceite de oliva es protagonista. Aprovecha para comprar alguna botella de aceite local, quizá directamente en alguna cooperativa cercana o tienda del pueblo. Tendrás en tu mesa el recuerdo de esos olivares que viste, embotellado en oro líquido. Yo regresé con un par de litros de un aceite de la cooperativa de Baeza y cada vez que lo uso, vuelvo mentalmente a esas tierras.
Dónde alojarse en Canena
Si tu plan es quedarte a pasar la noche (o varias) en Canena, debes saber que, aunque es un pueblo pequeño, sí cuenta con alojamiento. No esperes grandes hoteles, pero las opciones disponibles tienen mucho encanto y te permiten disfrutar de la tranquilidad rural. Aquí van las principales:
- Hotel Balneario San Andrés (3⭐) – Relax clásico: Como ya mencionamos, este es un hotel con spa termal ubicado a las afueras (unos 2 km, podrías incluso ir dando un paseo). Tiene habitaciones sencillas con aire acondicionado, TV y baño propio. Lo mejor de alojarse aquí es que tendrás acceso a las piscinas termales y servicios del balneario, posiblemente con descuento para huéspedes. Además, el entorno es precioso, con jardines amplios. Dispone de parking propio, wifi en zonas comunes y restaurante. Es ideal para parejas mayores o cualquiera que busque descanso total. Imagínate despertar, desayunar viendo los árboles centenarios y luego un baño termal matutino… ¡plan redondo! Consejo: reserva con tiempo si vas en temporada alta de balnearios (otoño y primavera suelen ser populares entre viajeros de salud).
- Hotel Paraje La Lambra (Alojamiento rural) – Encanto rústico: Este es un hotel rural boutique que se encuentra en las afueras de Canena, en dirección al pantano de Giribaile. En realidad está a unos 5 km del pueblo, en pleno campo, pero lo menciono porque lleva el nombre de Canena y ofrece una experiencia diferente. Es como una casa de campo andaluza con varias habitaciones confortables. Cuenta con piscina al aire libre, jardines y vistas a los olivares. También tiene restaurante propio y terraza. Solo tiene unas 11 habitaciones, cada una decorada con estilo rústico elegante. Es perfecto si quieres estar en mitad de la naturaleza con comodidades. Por la noche, el cielo estrellado allí es impresionante (casi nada de contaminación lumínica). Y al amanecer puedes salir a caminar por los alrededores. Este lugar es popular para escapadas románticas o en familia (tiene espacio para niños jugar). Su ubicación apartada significa que necesitarás coche para moverte, pero a cambio ofrece silencio absoluto. Yo pasé una noche allí y recuerdo el despertar con el canto de gallos a lo lejos y el aroma a tomillo en el aire… una delicia.
- Casa Rural o Apartamentos en el pueblo: Si prefieres estar en el mismo casco urbano de Canena, puede haber casas rurales o alojamientos de alquiler. Por ejemplo, a veces se anuncian en plataformas de alquiler turístico casas tradicionales habilitadas para visitantes. Preguntando en el pueblo, quizás alguien alquile habitaciones o una casita por días. Estas opciones pueden ser más económicas y te dan total independencia (ideal para grupos o familias). La desventaja es que no siempre están publicitadas, pero portales como Booking o Airbnb podrían listar alguna “casa rural en Canena”. Echa un vistazo, porque en pueblos cercanos como Ibros o Rus también las hay, y están a 5-10 minutos.
- Alojarse en Baeza/Úbeda: Lo comento por si en Canena encontrases todo lleno (algo poco probable dado su tamaño, salvo quizá en fiestas de agosto). Baeza (8 km) tiene varios hoteles (desde parador, hoteles con encanto en edificios históricos, hasta hostales y apartamentos). Úbeda (15 km) también ofrece amplia capacidad hotelera. Dado lo cerca que están, muchos viajeros optan por dormir en Úbeda/Baeza y visitar Canena en el día. Sin embargo, si quieres disfrutar la noche estrellada y la calma de Canena, yo recomiendo quedarte en el mismo pueblo o en su balneario. Será una experiencia más auténtica.
Consejo práctico de alojamiento: Si viajas en grupo grande o con niños, la opción de casa rural puede ser la más cómoda (por espacio y cocina propia). Si tu viaje es en pareja y buscas algo especial, el hotel rural La Lambra puede ser muy romántico. Y si tu prioridad es la salud y relax, sin duda el balneario es tu sitio. En cualquier caso, reserva con antelación en temporada alta (Semana Santa, agosto) porque aunque no sea muy turístico, las plazas son limitadas.
Cómo llegar a Canena y consejos prácticos
Ubicación: Canena se encuentra en el centro de la provincia de Jaén, Andalucía. Está a unos 59 km de Jaén capital (aproximadamente 45-50 minutos en coche) y muy cerca de dos ciudades históricas: a 8 km de Baeza (10 min) y a 15 km de Úbeda (15-20 min). Su posición es estratégica si recorres la comarca de La Loma.
En coche: Es la forma más cómoda de llegar. Las vías principales son:
- Desde Jaén o Madrid: toma la autovía A-32 (en construcción en tramos, pero operativa en otros) o la N-322 (carretera nacional). Canena está junto a esta ruta, bien señalizada. Vendrías por la N-322 y cerca del km 136 sale el desvío a Canena.
- Desde Baeza/Úbeda: apenas 10 minutos por la JV-3041 o por la A-6101 (carretera local) que conecta Baeza con Canena pasando por la Yedra. Es muy sencillo, y el camino transcurre entre olivares.
- Desde el norte (Linares, etc.): igualmente vía N-322 hacia el sur. Linares está a 25 km aproximadamente (20-25 min) y tiene enlace con la autovía de Andalucía (A-4). Así que desde Madrid son unas 3h 15min en coche (Madrid–Linares por A4, luego desvío a Linares/Baeza). El coche te permitirá también moverte luego a los alrededores con libertad (balneario, pantano, pueblos vecinos).
En transporte público: Aunque el coche es rey, existe servicio de autobús hasta Canena. La compañía ALSA (Nex Continental) opera líneas de autobús rural por La Loma. Hay buses que conectan Canena con Baeza, Úbeda y con Linares incluso.
- Desde Jaén capital: Hay autobuses diarios Jaén-Úbeda que paran en Canena o en la vecina Rus/Ibros. Duración aprox 1h 30min porque hace paradas (no es muy lejos pero el bus para en pueblos). Consulta horarios en la estación de Jaén o en la web de ALSA.
- Desde Baeza: Hay varios autobuses al día que van a Canena, tardan unos 30-40 min en recorrer ~10 km debido a paradas intermedias (sí, da vuelta por pueblos). El primero suele ser temprano (7:30 aprox) y el último media tarde (sobre 17:00). Si estás en Baeza sin coche, es factible hacer una excursión a Canena en bus, pero ojo con los horarios de regreso para no quedarte colgado. Un billete cuesta en torno a 2-3€.
- Estación de tren: La estación de Linares-Baeza es la más cercana (a unos 15 km). Desde allí tendrías que tomar taxi o bus a Canena. No hay estación en el pueblo. En definitiva, sí hay transporte público, pero infrecuente. Si viajas sin coche, planifica bien combinaciones o considera tomar un taxi desde Baeza (por la poca distancia puede costar unos 10-15€).
Consejos prácticos para la visita:
- Duración de la visita: Canena se puede ver en medio día tranquilamente, pero si quieres aprovechar el balneario o simplemente disfrutar sin prisas, considera pasar el día completo o incluso hacer noche. Un itinerario típico podría ser: mañana en Canena (castillo, paseo, museo), almuerzo, tarde de relax en balneario, y dormir allí o volver a tu base.
- Clima y ropa: La zona tiene clima mediterráneo continental. Veranos muy calurosos (julio y agosto fácilmente superan 35°C al mediodía, sol intenso) y inviernos frescos (diciembre-enero con mínimas rondando 0°C por la noche). Primavera y otoño son las mejores épocas, clima suave y campos verdes/floridos en primavera. En verano, programa las actividades al aire libre a primera hora o última de la tarde y a mediodía resguárdate (¡momento perfecto para la siesta o el balneario!). Lleva ropa cómoda, sombrero/gorra, calzado deportivo para caminar por caminos si vas a campo, y el traje de baño si piensas usar las termas o piscina.
- Horarios locales: Ten en cuenta el ritmo andaluz: a mediodía (14h a 17h) muchas tiendas o incluso monumentos cierran por siesta. Planifica visitas culturales en la mañana o atardecer. La hora de la comida fuerte es 14:00-15:00 y la cena 21:00-22:00. Si vas a un bar a las 13:00, encontrarás gente tomando el aperitivo (cerveza + tapa). Úsalo a tu favor 😉.
- Combinar con otros destinos: Por proximidad, te sugiero encarecidamente que combines Canena con una visita a Baeza (Ciudad Patrimonio de la Humanidad, con catedral, plazas renacentistas, etc.) y Úbeda (otra joya renacentista). Ambas están literalmente al lado. Incluso hay rutas de día completo que incluyen los tres lugares: mañana en Úbeda, tarde en Baeza y escapada a Canena para el castillo o el balneario. Si tienes más tiempo, Jaén capital (con su catedral y baños árabes) está a menos de una hora. Y hacia el norte, el paisaje minero de Linares/La Carolina, o hacia el sur los parques naturales. Vamos, Canena puede ser un excelente alto en el camino en un tour por Jaén.
- Oficina de turismo / Información local: Canena no tiene oficina de turismo propia, pero puedes dirigirte al Ayuntamiento (Plaza de la Constitución, 1) en horario de mañana, donde suelen atender amablemente a los visitantes y te pueden dar folletos de la zona o abrirte el museo si lo solicitas. También la Web municipal o la de turismo provincial “Jaén Paraíso Interior” tienen teléfonos de contacto. Antes de ir, podrías llamar para confirmar, por ejemplo, la visita del castillo ese lunes, o los horarios del balneario, etc.
Con todos estos consejos, llegarás a Canena sin contratiempos y sabiendo exactamente qué hacer. Mi experiencia fue muy positiva: conduciendo por la N-322 ya divisaba el castillo recortado en el horizonte, y supe que la parada iba a merecer la pena. Espero que con esta guía tú también disfrutes al máximo tu visita a Canena, sintiéndote preparado/a y bien informado/a.
Preguntas Frecuentes (FAQ) sobre Canena, Jaén
¿Dónde está exactamente Canena y cómo llego desde Jaén o Madrid?
Canena es un pueblo de la provincia de Jaén, Andalucía, ubicado en la comarca de La Loma, muy cerca de Baeza y Úbeda. Está a unos 59 km al noreste de Jaén capital (unos 45 min en coche). Desde Jaén o Madrid se llega por la N-322 (y tramos de autovía A-32) dirección Úbeda/Baeza; el desvío a Canena está señalizado alrededor del km 136. Si vienes en transporte público, hay autobuses interurbanos desde Jaén, Baeza o Úbeda que paran en Canena, aunque con pocos horarios al día. También podrías tomar un tren hasta la estación Linares-Baeza y luego taxi/autobús a Canena.
¿Qué destaca de Canena para visitar?
Lo más destacado es su Castillo de Canena, un castillo-palacio renacentista del s. XVI precioso, declarado Monumento Nacional. Además, el pueblo tiene una bonita iglesia renacentista (Ntra. Sra. de la Concepción), una ermita histórica, un Museo de Telecomunicaciones único y un balneario de aguas termales (Balneario de San Andrés) a las afueras. También merece la pena pasear por sus calles tranquilas y disfrutar del paisaje de olivares que rodea la localidad.
¿Se puede visitar el Castillo de Canena por dentro?
Sí, pero solo en un horario muy concreto. El castillo es de propiedad privada y solo abre al público los lunes por la tarde (aprox. de 16:00 a 19:00 h) con visitas guiadas gratuitas, mediante cita previa dentro del programa “Tesoros Escondidos de La Loma”. Es recomendable contactar con antelación (por ejemplo, a través del Ayuntamiento de Canena o Turismo de Jaén) para reservar la visita. Fuera de ese horario, no es posible entrar, aunque se puede ver exteriormente todo el año.
¿Qué puedo hacer en Canena aparte de ver monumentos?
Canena es ideal para relajarse. Puedes, por ejemplo, tomar un circuito de aguas o un masaje en el Balneario de San Andrés (sus aguas termales son famosas). También puedes hacer pequeñas rutas de senderismo por los olivares, como ir hasta la Fuente del Arca (manantial natural) o acercarte al Pantano de Giribaile y disfrutar de la naturaleza. Y por supuesto, saborear la gastronomía local en sus bares o en el restaurante del balneario, o incluso organizar una cata de aceite de oliva, ya que estás en tierra de olivares.
¿Cuáles son las fiestas más importantes de Canena?
Las principales fiestas son en abril y agosto. A finales de abril se celebran las fiestas de San Marcos (patrón de Canena, 25 de abril), con procesiones, verbenas y la tradicional bendición y reparto de roscos de San Marcos. En agosto (mediados, sobre el 15-18) tienen lugar las fiestas en honor a la Virgen de los Remedios (patrona), con feria, música, actos religiosos y mucha animación. Además, en julio suelen organizar el Festival de Música Villa de Canena con conciertos. Si visitas en esas fechas, encontrarás el pueblo muy vivo y podrás sumarte a las celebraciones populares.
¿Dónde puedo alojarme en Canena?
En Canena hay dos alojamientos principales: el Hotel Balneario de San Andrés, que ofrece habitaciones y acceso a las termas (ideal para relajarse), y el Hotel Rural Paraje La Lambra, un pequeño hotel con encanto en las afueras (entorno rural con piscina). También podrías encontrar alguna casa rural o apartamento turístico en el pueblo o alrededores. Si prefieres más oferta hotelera, las ciudades cercanas de Baeza y Úbeda cuentan con hoteles de diferentes categorías a pocos minutos en coche.
¿Hay restaurantes o bares recomendados en Canena?
Sí, aunque la oferta es reducida. El restaurante del Balneario San Andrés es muy recomendable para probar platos jiennenses tradicionales con buen ambiente. En el pueblo encontrarás bares locales donde tapear y comer de menú casero; pregunta a los vecinos por el mesón o bar más popular del momento (suelen servir platos del día y tapas auténticas). Asimismo, el hotel Paraje La Lambra tiene restaurante abierto a público con comida local. Si buscas más variedad gourmet, en Baeza (10 min) hay excelentes restaurantes. Pero en Canena mismo podrás disfrutar de la cocina típica en un ambiente muy familiar.
¿Qué productos típicos puedo comprar en Canena?
El producto estrella es el aceite de oliva virgen extra. Puedes comprar aceite de la cooperativa local o de la marca Castillo de Canena (que es de aquí) en tiendas gourmet. También, si visitas en época de fiestas, los dulces tradicionales como roscos de San Marcos o empanadillas de almíbar son un buen recuerdo (y aguantan unos días). En algunas panaderías locales elaboran ochíos (bollos salados con pimentón o dulces con anís) y otros productos de repostería típica que vienen bien para el camino. Fuera de eso, al ser un pueblo pequeño, no hay tiendas de souvenirs como tal, pero el aceite y la experiencia vivida serán tu mejor recuerdo.
¡Espero que esta guía te haya sido útil! Con toda esta información, estoy seguro/a de que tu visita a Canena, Jaén será inolvidable. Cualquier duda o experiencia que quieras compartir, ¡adelante! Estoy aquí, hablándote en primera persona, porque yo mismo quedé fascinado con Canena y me entusiasma ayudarte a que tú también la disfrutes al máximo. ¡Buen viaje y a saborear cada rincón de Canena! 🌿🏰💚