¡Hola! Soy un viajero apasionado por los pueblos de Andalucía, y Arroyo del Ojanco, en la provincia de Jaén, me ha conquistado desde el primer momento. Se trata de un pequeño pueblo rodeado de un mar de olivos en la comarca de Sierra de Segura, un rincón que combina historia reciente, tradiciones centenarias y la tranquilidad del campo jiennense. Su propio nombre es intrigante: proviene del arroyo que atraviesa el pueblo y, según la leyenda local, de un cíclope que habitaba en una cueva junto a ese arroyo. Te invito a acompañarme en esta guía personal donde te contaré la historia de Arroyo del Ojanco, su patrimonio, qué ver y hacer, sus fiestas populares, la gastronomía típica y los mejores planes de naturaleza en los alrededores. ¡Prepárate para descubrir un destino con encanto auténtico en primera persona!
Historia y patrimonio de Arroyo del Ojanco
Arroyo del Ojanco es un pueblo joven como municipio, pero con raíces muy antiguas. Durante siglos fue una pedanía dependiente de la vecina Beas de Segura, hasta que el 24 de enero de 2001 logró su independencia municipal tras un largo proceso que los vecinos persiguieron durante casi medio siglo. A pesar de su reciente constitución como ayuntamiento propio, estas tierras estuvieron habitadas mucho antes. De hecho, a las afueras se encontraron vestigios de una villa romana conocida como Los Baños, prueba de que en época imperial romana ya había un asentamiento aquí. En 1985 se realizó una excavación de urgencia en ese yacimiento y se descubrieron restos importantes, lo que hoy se pone en valor en el Centro de Interpretación de la Cultura Romana del pueblo.
Antes de ser un municipio independiente, Arroyo del Ojanco fue siempre un cruce de caminos y culturas. Situado en la vega del río Guadalimar, en una llanura fértil, por aquí han pasado viajeros desde tiempos remotos. El nombre del pueblo, como te comentaba, viene del arroyo que lo atraviesa (afluente del Guadalimar) y de un supuesto “Ojanco”, un ser mitológico de un solo ojo. Se dice que en una cueva junto al arroyo vivía este gigante cíclope y que de ahí surgió el pintoresco topónimo. Verdadera o no la leyenda, le da un toque mágico a la identidad del lugar que a mí me encanta mencionar cuando cuento mi visita.
En cuanto a su patrimonio histórico y artístico, Arroyo del Ojanco conserva varios sitios de interés:
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Iglesia de la Inmaculada Concepción: Es el templo parroquial del pueblo, construido en 1928. Se trata de una iglesia de estilo historicista sencilla pero muy querida por los habitantes. Su torre campanario destaca sobre el perfil de casas bajas. Al entrar, se puede apreciar la imagen de la Inmaculada Concepción, patrona del pueblo, además de algunos detalles arquitectónicos típicos de principios del siglo XX.
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Centro de Interpretación de la Cultura Romana: Ubicado cerca del yacimiento de Los Baños, este pequeño museo-local nos sumerge en la historia romana de la zona. En mi recorrido, fue mi primera parada recomendada. Aquí puedes ver objetos encontrados en las excavaciones, paneles explicativos y maquetas que te ayudan a imaginar cómo era la villa romana que existió al sur del municipio. Es un lugar ideal para entender la antigüedad de estas tierras antes de pasear por el resto del pueblo moderno.
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El Olivo de Fuentebuena: Si hay un símbolo natural e histórico que destaca en Arroyo del Ojanco, ese es su olivo milenario. A unos kilómetros del casco urbano, en el paraje de Fuentebuena, se alza un olivo monumental que ha sido declarado Monumento Natural por la Junta de Andalucía y figura en el Libro Guinness de los Récords. Cuando fui a verlo por primera vez, me impresionó su tamaño: tiene alrededor de 9 metros de altura y un tronco descomunal de casi 4 metros de perímetro en la base. Este olivo legendario llegó a dar cosechas de hasta 850 kg de aceituna él solo en sus mejores tiempos. Pasear bajo sus ramas centenarias (de hecho, se le atribuye más de un milenio de vida) es toda una experiencia. Los lugareños lo llaman con orgullo “la olivia” de Fuentebuena y siempre aconsejan a los visitantes acercarse a conocer este árbol único en el mundo. Tip: ve con tu cámara, porque las fotos junto a este gigante del olivar jiennense son espectaculares.
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Ermitas de las aldeas: Arroyo del Ojanco cuenta con varias aldeas en su término, y en algunas se han conservado pequeñas ermitas rurales con mucho encanto. Si te interesa el turismo cultural y tienes tiempo, puedes acercarte a conocer la Ermita de Santa Lucía (en la aldea de Cañada Arada, a 5 km del pueblo), la Ermita de la Virgen del Carmen (en la aldea de Los Guijalbas, a unos 2 km) o la Ermita de la Virgen de Fátima (en la aldea de Las Chozas). Son sencillas, pero reflejan la fe y tradiciones populares de cada pedanía. A mí me resultó entrañable visitar la de Santa Lucía en Cañada Arada, una construcción blanca tradicional donde los vecinos hacen una celebración cada verano. Estas ermitas están rodeadas del paisaje de olivos y si vas al atardecer, sentirás una paz especial entre campo y devoción.
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Otros rincones con historia: Paseando por el casco urbano, de trazado plano y calles largas, encontrarás también el Parque de San Francisco, que es el parque principal del pueblo (ideal para descansar a la sombra en días calurosos), y algunas fuentes antiguas. Un punto curioso es el puente sobre el arroyo del Ojanco, que aunque es modesto, da nombre al pueblo. También, a las afueras, en el camino hacia la aldea Ventarique, están las ruinas de la antigua fábrica de aceite de San Roque, testigo de la importancia del olivar en la economía local desde hace décadas. Y junto al cortijo de Los Baños, donde estuvo la villa romana, verás un viejo lavadero público que usaban las antiguas generaciones para lavar la ropa con el agua del arroyo; hoy es parte del recuerdo etnográfico de la zona.
En resumen, la historia y patrimonio de Arroyo del Ojanco combinan lo antiguo y lo moderno. Como viajero, es emocionante ver cómo un pueblo tan joven como municipio tiene, sin embargo, tesoros históricos que contar: desde un olivo milenario récord hasta restos romanos bajo sus suelos.
Qué ver y qué hacer en Arroyo del Ojanco
A pesar de su pequeño tamaño, en Arroyo del Ojanco siempre hay algo que ver o hacer para el visitante curioso. Cuando llegué, lo primero que hice fue acercarme al Ayuntamiento en la plaza del pueblo, para orientarme. Ahí mismo noté el ambiente tranquilo de sus calles rectas, trazadas en la primera mitad del siglo XX, con casas bajas encaladas y gente saludándose al pasar. Te cuento mis recomendaciones personales de qué ver y qué hacer:
1. Ruta por el casco urbano: Te sugiero empezar caminando por el centro. Desde la Plaza de la Constitución, donde está el Ayuntamiento, puedes recorrer la calle principal hasta la Iglesia de la Inmaculada Concepción. En el camino disfrutarás de la arquitectura típica de pueblo andaluz: fachadas blancas, rejas adornadas con flores y, de fondo, siempre el mar de olivos que rodea todo. A mí me gusta tomarme mi tiempo, así que me senté un rato en el Parque San Francisco, un agradable espacio verde con árboles y bancos, perfecto para descansar y observar la vida cotidiana de los arroyenses (gentilicio local). Muy cerca está el Centro de Interpretación de la Cultura Romana, que mencioné antes, por si quieres incorporarlo en este paseo urbano. También puedes buscar la fuente del Pilar, una fuente tradicional donde antiguamente la gente recogía agua; es otro rinconcito pintoresco.
2. Visitar el olivo milenario: Sin duda, ir a ver el Olivo de Fuentebuena es una de las cosas imprescindibles. Yo tomé el coche para recorrer los aproximadamente 6 km que hay desde el centro del pueblo hasta el olivar donde está este coloso. El camino transcurre entre terrenos de olivos interminables (de hecho, estás en pleno corazón del Paraíso Interior de Jaén, así llaman al paisaje olivarero jiennense). Al llegar, me encontré con ese imponente árbol solitario, con su tronco retorcido y grueso. Es un lugar genial para tomar fotografías y apreciar la naturaleza. Además, suelen haber paneles informativos que explican la importancia del olivo. Visitarlo es gratis y al aire libre. Solo recuerda respetar la zona, no subirse al árbol y llevarte tu basura de vuelta para conservar este monumento natural. Si vas en verano, mejor a primera hora de la mañana o atardecer para evitar el calor fuerte.
3. Recorrido por las aldeas cercanas: Como actividad diferente, puedes dedicar unas horas a explorar las aldeas de Arroyo del Ojanco. Yo lo hice en una tarde y fue como un pequeño viaje en el tiempo, viendo la vida rural más apartada. En Cañada Arada pude ver la ermita de Santa Lucía y un entorno de huertas; en Los Guijalbas visité la ermita del Carmen y charlé con algunos vecinos mayores que me contaron anécdotas del lugar; también pasé por Las Chozas para ver la ermita de Fátima. Cada aldea tiene su encanto: calles sin asfaltar en algunos tramos, gallinas sueltas, el sonido de los grillos… Realmente sientes la autenticidad del campo. Eso sí, para llegar a ellas es recomendable ir en coche por los caminos locales (están bien indicadas). Esta es una actividad opcional, pero si disfrutas del turismo rural sin prisas, te lo recomiendo.
4. Disfrutar de las fiestas (si coinciden con tu visita): Arroyo del Ojanco tiene fiestas famosas, especialmente la de San Marcos en abril de la que hablaré más adelante. Si tu visita coincide con alguna festividad local, ¡no te la pierdas! Por ejemplo, durante San Marcos el pueblo se transforma, las calles se llenan de vida, música, puestos y por supuesto los toros ensogados recorriendo el recinto festivo. Vivir esa experiencia es algo único (yo lo hice un año y aún lo recuerdo con adrenalina y emoción). Más allá de San Marcos, en enero está San Antón con sus hogueras, en octubre las fiestas patronales de San Francisco, etc. Asistir a cualquier evento de estos te permitirá involucrarte con la comunidad, ver sus tradiciones en directo y sentirte parte de la celebración.
5. Turismo activo en la naturaleza: Dado que el pueblo está a las puertas de la Sierra de Segura, una de las actividades que más disfruté fue hacer senderismo y ciclismo por los alrededores (te detallo rutas en una sección más abajo). Si te gusta la naturaleza, en Arroyo del Ojanco puedes emprender rutas por la Vía Verde del Segura, acercarte al embalse del Guadalmena para pescar o simplemente hacer un picnic junto al agua, o hacer una ruta en bicicleta entre olivares. Así combinas la visita cultural con algo de ejercicio al aire libre, que siempre sienta bien.
En definitiva, qué ver y hacer en Arroyo del Ojanco va desde lo cultural (iglesia, centro romano, olivo histórico) hasta lo festivo (vivir sus tradiciones) y lo natural (paseos por el campo). A mí me gustó esa variedad en un lugar tan pequeño. No es un pueblo abrumador en monumentos, pero tiene rincones con alma que dejan huella al viajero. Lo importante es ir con ojos curiosos y mente abierta para apreciar los detalles: la conversación con un local, el sonido del arroyo, el vuelo de una abubilla sobre los olivos… Son esas pequeñas cosas las que hicieron mi visita especial.
Fiestas y tradiciones locales
Si algo me apasiona de los pueblos andaluces son sus fiestas, y Arroyo del Ojanco tiene algunas de las más singulares de Jaén. Aquí las tradiciones se viven con intensidad y reúnen a toda la comunidad (¡y a visitantes como yo, que fui adoptado por los vecinos en seguida!). Te cuento las fiestas principales del pueblo:
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Fiestas de San Marcos (22 al 25 de abril): Son la fiesta grande de Arroyo del Ojanco, famosas incluso a nivel nacional por su tradicional toro ensogado o toros de cuerda. ¿En qué consiste? Durante esos días, las calles del pueblo se convierten en recorrido taurino donde sueltan reses bravas que corren sujetas con sogas, guiadas por cuadrillas de valientes. Es una celebración con más de un siglo de antigüedad que atrae a miles de personas de toda España. Tuve la suerte de vivir un San Marcos allí y es increíble: el ambiente es de pura adrenalina, pero a la vez festivo y familiar. Los días 23 y 24 de abril suelen hacer los desencajonamientos (sacar a los toros de los cajones al inicio de los encierros) y el día 25 por la mañana es el momento cumbre con los toros adornados con collares de campanillas y cascabeles, en lo que llaman el “cascado”. Todo el pueblo vibra con esta fiesta. Además de los encierros, hay verbenas, música de charanga, puestos de comida, y por supuesto actos religiosos en honor a San Marcos (incluyendo una romería previa el primer domingo de abril que lleva la imagen del santo al campo y es una jornada campestre preciosa). Consejo: si planeas ir por San Marcos, reserva alojamiento con muchísima antelación, porque el pueblo se llena hasta la bandera. Y, si no vas a correr delante del toro, busca un buen sitio seguro tras las vallas para verlo.
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San Antón (17 de enero): Es la primera fiesta del año y se celebra encendiendo las tradicionales luminarias o hogueras la noche víspera. Las calles se llenan de pequeñas fogatas donde los vecinos se reúnen para cantar, asar alimentos y pasar un rato agradable en comunidad. Yo no estuve en San Antón, pero me contaron que el pueblo se ilumina con el fuego y hay un ambiente muy bonito, con sabor a tradición invernal. Al día siguiente, 17 de enero, se conmemora a San Antón posiblemente con alguna misa, pero lo típico son las hogueras de la víspera donde participa todo el mundo.
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Fiestas patronales de San Francisco de Asís (primeros de octubre): En torno al 4 de octubre (San Francisco de Asís, patrón de Arroyo del Ojanco) el pueblo celebra sus fiestas patronales. Son unos días de verbenas nocturnas, procesión del santo por las calles, actividades culturales y deportivas. Comparadas con San Marcos son más pequeñas, pero igualmente especiales para los locales. Cuando fui en octubre, me encontré con la plaza adornada, música en vivo por la noche y puestos de churros; un ambiente festivo típico de feria de pueblo andaluz, pero a escala muy familiar. Es genial para mezclarse con la gente del lugar en un contexto más relajado que San Marcos.
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Fiestas de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre): La patrona del pueblo es la Inmaculada, y cada año alrededor del 8 de diciembre se realiza su fiesta. Principalmente tiene un carácter religioso, con misa y procesión de la Virgen Inmaculada por las calles, acompañada por devotos y banda de música. También suele haber algún acto cultural o fuegos artificiales. Estas fiestas de diciembre son más tranquilas, casi a las puertas de la Navidad, y cierran el calendario festivo anual.
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Semana Santa y Corpus Christi: Como en todo pueblo andaluz, la Semana Santa se celebra con procesiones de las cofradías locales, aunque aquí son más modestas que en las grandes ciudades. Aun así, las imágenes de la Virgen y Cristo salen por las calles en un ambiente de recogimiento. El Corpus Christi (en mayo o junio) también se conmemora con una procesión donde los vecinos decoran algunas calles con altares y pétalos de flores.
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Otras tradiciones: Mencionarte también que el 7 de julio los arroyenses celebran el aniversario de la creación de su Ayuntamiento (desde 2001), una fecha que conmemora la independencia del pueblo respecto a Beas de Segura. No es una fiesta con grandes eventos públicos, pero sí un día simbólico de orgullo local. Por otro lado, durante el verano, en algunas aldeas como Ventarique, Cañada Arada o Los Guijalbas, organizan pequeñas fiestas patronales en honor a sus santos o vírgenes, generalmente con alguna misa, comida popular y baile, a las que eres bienvenido si andas por allí en esas fechas (suelen ser en julio y agosto de manera escalonada).
Además de todo esto, Arroyo del Ojanco ha puesto en valor su herencia romana con unas Jornadas de Cultura y Gastronomía Romana a mediados de agosto (normalmente alrededor del 13-15 de agosto). En estas jornadas recrean vestimentas romanas, hay degustaciones de platos inspirados en la Antigua Roma y actividades culturales relacionadas. Es una iniciativa reciente pero muy interesante para sumar al atractivo veraniego.
Lo que más me gusta de las fiestas de Arroyo del Ojanco es el ambiente acogedor. Los vecinos son muy hospitalarios – me di cuenta de que en cuanto llegas, aunque seas forastero, te invitan a participar, a comer y beber con ellos. Por ejemplo, en San Marcos, varias peñas (grupos de amigos) montan sus carpas y siempre ofrecen algo al visitante: que si unas tapas, que si una copita de cuerva (una bebida local mezcla de vino con refrescos y frutas)… En serio, me hicieron sentir como en casa. Estas tradiciones no son solo espectáculos, sino vivencias que unen a la gente. Así que si te interesa el turismo cultural y festivo, anota en tu calendario alguna de estas fechas y experimenta la identidad única de Arroyo del Ojanco a través de sus celebraciones.
Gastronomía típica y dónde comer
Hablemos de comida, porque en un pueblo jiennense rodeado de olivos ya te imaginarás que el aceite de oliva virgen extra es protagonista en casi todo. La gastronomía de Arroyo del Ojanco es la tradicional de la Sierra de Segura, con platos sencillos pero llenos de sabor, ideales para reponer fuerzas después de un día de turismo o de campo. Te comparto algunos de los platos y productos típicos que probé (¡o que tengo pendientes para la próxima!):
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Migas de harina: Un plato muy típico de la zona. Son diferentes a las migas manchegas de pan; aquí se hacen con harina tostada en aceite de oliva, agua y sal, removiendo hasta quedar una especie de migas sueltas. Se suelen acompañar con tropezones como sardinas saladas, torreznos (tocino frito crujiente), pimientos secos fritos e incluso uvas. Es un plato contundente de invierno; a mí me encantan especialmente si las comes al aire libre, saben a tradición rural.
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Andrajos: Un guiso muy propio de Jaén. Es un guiso caldoso con tortas de masa hechas con harina (los andrajos en sí) que se cuecen con liebre o conejo (o bacalao en vigilia), tomate, pimiento y especias. En Arroyo del Ojanco los preparan cuando llega el frío. Son deliciosos, con ese punto de la masa que espesa el caldo. Similar a los andrajos, también se pueden encontrar los galianos, otra receta serrana de tortas de pastor en caldo de carne de caza.
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Platos “ajo”: Aquí descubrí que hay muchos platos cuyos nombres empiezan por “ajo”, aunque no todos llevan solo ajo, sino que es una forma de llamar a majados o cremas. Por ejemplo, el ajo harina (también llamado ajoharina o ajo de harina) que se cocina con harina, ajo, pimentón y a veces setas (los guíscanos, que son níscalos, si es temporada); el ajo atao que es una especie de puré de patata con mucho ajo y aceite montado como alioli; el ajopringue, una pasta para untar hecha con hígado de cerdo, miga de pan, ajo, especias y manteca (suena fuerte, pero untado en pan está riquísimo). También hablan del ajo molinero o ajo de matanza, variaciones de majados con pan, ajo, hígado o sangre de cerdo… En fin, son recetas muy tradicionales. Probé el ajo atao en una tapa y estaba muy bueno, como un puré suave con mucho sabor.
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Embutidos y productos de matanza: En los pueblos de Sierra de Segura la matanza del cerdo sigue muy presente, así que no dejes de probar los embutidos caseros si tienes oportunidad. Chorizos rojos, morcilla negra (de sangre) y morcilla blanca (con carne, sin sangre), longaniza, lomo de orza en aceite, y por supuesto jamón serrano curado en estas sierras. En un bar local me pusieron de tapa un taquito de morcilla en caldera (morcilla recién cocinada, untuosa) sobre pan… para chuparse los dedos.
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Dulces tradicionales: ¡Deja hueco para el postre! La repostería local es típica de la provincia: papajotes (una especie de buñuelos planos hechos con masa de harina y huevo, espolvoreados con azúcar y canela, muy ricos recién fritos), flores de lis (esas flores fritas crujientes espolvoreadas en azúcar, conocidas simplemente como “flores”), roscos fritos de Semana Santa (aromatizados con anís), gachas dulces (una crema dulce de harina, leche y matalahúva, que se toma por Todos los Santos), panetes de Semana Santa (bolitas de masa de pan en almíbar), borrachuelos (dulces de masa con vino y fritos, típicos en Navidad), y una torta muy curiosa de la zona: la torta de garbanzos y manteca, que es como un pan dulce hecho con harina de garbanzo y manteca de cerdo. Cuando escuché “torta de garbanzos” me sorprendió, pero tiene un sabor muy particular, ligeramente dulce y denso. También tienen hornazos de Pascua, unos panes con huevo duro en el centro que se comen en Pascua. Y productos como pan de higo (una especie de bloque hecho de higos secos prensados con almendra) o carne de membrillo casera. ¡Una delicia tras otra para los golosos!
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Bebidas típicas: Además del buen vino de la tierra (los de la comarca de La Loma, en Jaén, no están lejos), en Arroyo del Ojanco probé la cuerva, que es una bebida festiva parecida a la sangría: mezcla vino tinto con refresco de limón o naranja, azúcar y trozos de fruta, ¡entra peligrosamente fácil! También preparan mistela, que es un licor dulce de anís, muy típico para brindar en Navidad o después de una comida copiosa. Y dado que esta zona es rica en plantas aromáticas silvestres, los tes e infusiones de poleo, manzanilla, mejorana o el llamado “té de piedra” (una planta local) son comunes después de comer, para ayudar a la digestión.
Después de hablar de todo esto se me hace la boca agua recordando. Ahora, ¿dónde comer estas delicias en Arroyo del Ojanco? Al ser un pueblo pequeño, la oferta es reducida pero de calidad y muy casera. Yo estuve en varios sitios que puedo recomendar:
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Mesón El Albero: Un restaurante-bar de cocina tradicional donde probé platos caseros exquisitos. Tienen carnes a la brasa, guisos del día y tapas generosas. Es un local acogedor junto al Parque San Francisco (Calle Parque, 5). Sus migas y sus carnes de caza son bastante populares. Además, suele estar animado, es un punto de encuentro en el pueblo.
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Asador Almagro: Un asador relativamente nuevo que se ha ganado buena fama por sus carnes a la brasa y menú asequible. Cuando fui, destacaban sus platos de churrasco, codillo al horno y las manitas de cerdo (¡que estaban de rechupete!). Es ideal para parar a comer si vas de paso por la carretera, porque está cerca de la vía principal. Ambiente sencillo y servicio rápido y amable.
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Hotel El Arroyo (restaurante): El hotel del pueblo también cuenta con un restaurante-cafetería donde sirven menú diario y desayunos. Yo paré a desayunar allí un día: tostadas con tomate y aceite local, café y zumo, todo muy correcto. Para almorzar ofrecen cocina tradicional y es un lugar cómodo, con amplio salón. Si te hospedas en el hotel, tienes la ventaja de tener la comida a mano.
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Bar-Cafetería Mi Casa: Un sitio pequeño y familiar, perfecto para tomar un café, una cerveza o una merienda. Tienen pasteles caseros y suele ser frecuentado por la gente local a media tarde. La dueña me atendió con mucha simpatía y hasta me dio a probar un dulce que estaba preparando ese día. Es ideal para descansar si estás paseando por el centro.
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Bar La Parada & Cafetería De Paso: Menciono estos dos juntos porque son establecimientos modestos enfocados a viajeros de paso por la carretera. Ofrecen bocadillos, platos combinados y tapas. Como su nombre indica, son paradas habituales de transportistas o gente que viaja por la N-322. Si necesitas comer algo rápido o tomar un refrigerio en ruta, cumplen su función, y además al estar en Arroyo del Ojanco puedes aprovechar a probar un aceite de oliva sobre el pan que seguro será de la zona.
Todos estos lugares mantienen un sabor casero. No esperes restaurantes de lujo ni modernos, aquí la clave es la cocina tradicional y la cercanía. Los precios además son bastante asequibles; recuerdo que comí un menú del día abundante por un precio muy económico comparado con ciudades grandes.
Por último, si buscas productos típicos para llevarte, te recomiendo preguntar en el pueblo por aceite de oliva virgen extra de cosecha local (algunas cooperativas o almazaras de pueblos vecinos lo venden), y por embutidos o dulces caseros si es temporada. A veces durante las Jornadas de Gastronomía Romana montan puestos donde puedes comprar pan de higo, queso de la Sierra de Segura, o miel de tomillo de la zona. Yo siempre que viajo por Jaén llevo de regreso alguna botella de aceite, y aquí no fue la excepción: conseguí un aceite de cosecha temprana verde brillante que resultó espectacular.
Opciones de alojamiento en Arroyo del Ojanco
Aunque Arroyo del Ojanco es un pueblo pequeño, cuenta con algunas opciones de alojamiento cómodas para pasar la noche y disfrutar con calma de la visita. La primera vez que fui, lo hice como excursión de un día, pero en una visita posterior decidí alojarme cerca para vivir la fiesta de San Marcos completa. Estas son las alternativas principales:
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Hotel El Arroyo: Es el hotel principal y prácticamente único dentro del casco urbano. Está situado junto a la carretera N-322 en el mismo pueblo, lo cual es muy práctico si viajas en coche o en ruta por la provincia. Es un hotel modesto de categoría una estrella, pero limpio y con las comodidades necesarias: habitaciones con baño privado, aire acondicionado y WiFi. Lo que más destaco es la amabilidad del personal; como es habitual en los pueblos, te tratan casi como familia. Por la mañana ofrecen desayunos típicos (¡esas tostadas con aceite y ajo molido que probé estaban increíbles!). El hotel tiene también un restaurante (ya comentado) donde puedes comer sin moverte del sitio. Si buscas alojamiento sencillo y económico, esta es la opción ideal. Además, dispone de aparcamiento, y desde allí puedes ir andando a todos los puntos de interés del pueblo.
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Complejo La Veguilla: A unos 6 km de Arroyo del Ojanco, en plena naturaleza entre este pueblo y Beas de Segura, se encuentra el Complejo de Turismo Rural La Veguilla. Yo diría que es la opción perfecta si prefieres un entorno más rural y relajado. Se trata de un conjunto de apartamentos rurales y hotel ubicado en una antigua finca. Tiene una piscina al aire libre (genial si vas en verano), zonas ajardinadas y hasta ofrecen actividades. Las habitaciones/apartamentos están decorados en estilo rústico andaluz, muy acogedor. Cuando me alojé allí, disfruté de unas vistas preciosas a los olivares y del cielo estrellado por la noche, ya que hay muy poca contaminación lumínica. La Veguilla también cuenta con un restaurante propio que sirve platos locales. Y algo interesante: organizan eventos, incluso bodas, porque el lugar es muy bonito. Lo recomiendo si no te importa estar a unos minutos en coche del pueblo; estarás en plena naturaleza y aún así cerca.
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Apartamentos Rurales La Teja: Esta es otra opción de alojamiento rural en las afueras. Se trata de casas rurales/apartamentos que suelen alquilarse a grupos o familias. Están equipados con cocina, salón y varias habitaciones, ideal si viajas en grupo y quieres más independencia. Están en una finca con encanto rústico, aunque admito que no los he probado personalmente, pero otros viajeros me los mencionaron positivamente. Lo bueno de este tipo de alojamiento es que puedes prepararte tu propia comida con productos locales y vivir la experiencia como si fueras del pueblo por unos días.
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Alojamientos en pueblos cercanos: Si por algún motivo no encuentras sitio en Arroyo del Ojanco (por ejemplo, en San Marcos la demanda es alta y el hotel se llena rápido), siempre puedes buscar en Beas de Segura (a 6 km) donde hay algún hostal y hotel adicional, o en Puente de Génave (a unos 15 km) que también tiene oferta rural. La comarca en general dispone de casas rurales y hoteles modestos que pueden servirte de base para explorar Arroyo del Ojanco y alrededores.
Personalmente, me parece que pasar una noche en Arroyo del Ojanco o sus alrededores vale la pena si quieres disfrutar sin prisas, sobre todo si vas en época de fiestas o si planeas hacer rutas de senderismo temprano por la mañana. Levantarte con el canto de los pájaros y desayunar en el bar del pueblo junto a los lugareños es una experiencia que te sumerge más en la vida local. Además, los precios de los alojamientos aquí suelen ser más económicos que en destinos turísticos masificados. En conclusión, aunque la oferta es limitada, cubre las necesidades del viajero rural: comodidad, tranquilidad y trato cercano.
Rutas de senderismo y naturaleza en los alrededores
Una de las grandes ventajas de Arroyo del Ojanco es su entorno natural privilegiado. Estamos en la puerta occidental del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, uno de los parques naturales más extensos de España. Si te gusta el turismo de naturaleza, desde aquí puedes iniciar o planificar varias actividades al aire libre. Te comparto algunas rutas y lugares naturales que descubrí (o tengo anotados para futuras visitas):
– Vía Verde del Segura: Esta es mi recomendación principal para senderistas y ciclistas. La antigua línea de ferrocarril que iba desde la provincia de Albacete hasta Jaén, pasando muy cerca de Arroyo del Ojanco, se está acondicionando como Camino Natural – Vía Verde. Actualmente existe un tramo habilitado que conecta Arroyo del Ojanco con la estación de Villarrodrigo (ya en el límite con Albacete) y se planea extender hacia Villanueva del Arzobispo. Yo recorrí un segmento en bici y me encantó: el camino es prácticamente llano (ideal si no quieres mucho desnivel) y discurre entre paisajes preciosos de olivos, río y pequeñas sierras. No hay tráfico de coches, así que es muy seguro. Puedes alquilar bicicletas en algunas casas rurales de la zona o llevar la tuya. También es perfecto para simplemente caminar sin rumbo fijo, disfrutando del canto de los pájaros. En primavera está lleno de flores silvestres a los lados. Cómo acceder: Hay un acceso a la Vía Verde cerca del casco urbano de Arroyo del Ojanco (pregunta a los locales por la mejor entrada, ya que cuando fui aún estaban adecuando partes). Lleva agua y algo de picoteo, porque no encontrarás bares en la ruta hasta llegar a otra población.
– Embalse del Guadalmena: A unos pocos kilómetros al norte del pueblo se extiende el Embalse de Guadalmena, un gran pantano formado por el río Guadalmena (afluente del Guadalquivir). Aunque administrativamente sus aguas bañan términos de Segura de la Sierra y Chiclana, es tan cercano que los arroyenses lo sienten un poco suyo. Este embalse, rodeado de montes y olivos, es un lugar fantástico para actividades como la pesca (hay barbos, carpas y black-bass), deportes náuticos sin motor (piragüismo, paddle surf cuando el clima lo permite) o simplemente para relajarse frente al agua. Hay algunos miradores improvisados desde la carretera donde puedes detenerte para admirar las vistas panorámicas. Yo fui al atardecer y el paisaje del sol poniéndose sobre el embalse fue mágico, con tonos naranjas reflejados en el agua. Si te gusta la fotografía de naturaleza, este sitio brinda buenas oportunidades. Para llegar, toma la carretera hacia Génave y sigue las indicaciones al embalse o a la presa. Consejo: Lleva prismáticos si te gusta la observación de aves, porque es frecuente ver aves acuáticas, garzas y quizá alguna águila surcando el cielo.
– Rutas en el Parque Natural (Sierra de Segura): Desde Arroyo del Ojanco tienes un acceso rápido a la parte occidental de la Sierra de Segura. En coche, en 15-30 minutos puedes plantarte en zonas más montañosas. Por ejemplo, hacia el sureste llegas a la Sierra de Las Villas o subiendo hacia el noreste entras a la Sierra de Segura propiamente dicha. Algunas rutas recomendables por la zona (un poco más alejadas pero factibles en una excursión de medio día) son: la subida al Yelmo (el pico más emblemático de la Sierra de Segura, cerca de Segura de la Sierra, con vistas espectaculares), senderos por el Bosque de las Acebeas (una reserva con acebos centenarios única en Andalucía, cerca de Orcera), o rutas más suaves por las riberas del río Guadalimar al sur del pueblo. Si prefieres algo corto sin ir muy lejos, puedes caminar por los caminos rurales que rodean Arroyo del Ojanco: hay caminos que conectan las aldeas entre olivos y pequeños bosquetes donde es común ver conejos, perdices e incluso alguna ardilla. Pregunté a gente local y suelen recomendar la vereda que va de Arroyo a Ventarique (otra aldea) y luego al paraje de Los Órganos, un recorrido entre campos con buenas vistas al pueblo desde la distancia.
– Observación astronómica: Te comento esto porque para mí fue una agradable sorpresa. La comarca de Sierra de Segura tiene algunos de los cielos nocturnos más limpios de Andalucía. Sin tanta iluminación urbana, en las noches despejadas podrás ver un cielo estrellado impresionante desde Arroyo del Ojanco o, mejor aún, desde sus alrededores más campestres. De hecho, la Sierra de Segura está promocionada como destino Starlight en ciertos puntos. Una noche me alejé unos 2 km del pueblo, apagué las luces del coche y al mirar arriba me quedé boquiabierto: la Vía Láctea se dibujaba claramente. Si te gusta la astronomía o simplemente contemplar estrellas, lleva una mantita, acuéstate sobre el capó del coche (como hice yo) o en el suelo, y disfruta de un espectáculo natural gratuito. Solo recuerda abrigarte bien en invierno, porque al caer la noche la temperatura baja notablemente.
– Rutas de montaña en bicicleta: Además de la Vía Verde, los ciclistas más aventureros tienen múltiples caminos de tierra para BTT. Por ejemplo, la ruta que une Arroyo del Ojanco con La Puerta de Segura (otro pueblo río arriba) siguiendo caminos agrícolas, o rutas hacia Chiclana de Segura (al oeste, donde hay un pueblo encaramado en una peña impresionante). Son recorridos sin señalizar oficialmente, pero si llevas GPS o mapa pueden ser muy gratificantes. La orografía suave cerca de Arroyo del Ojanco (es una llanura ondulada) permite pedalear sin excesivo esfuerzo, pero si quieres caña de verdad puedes adentrarte en las sierras cercanas y ahí sí tendrás subidas fuertes.
En resumen, la naturaleza en torno a Arroyo del Ojanco ofrece desde paseos fáciles entre olivos hasta la posibilidad de adentrarte en uno de los mayores parques naturales de España. Yo combiné actividades: una mañana hice senderismo suave y por la tarde me di un chapuzón en la piscina de la Veguilla, otro día pesqué en el embalse un rato (sin mucha suerte, pero la experiencia fue relajante) y la última mañana monté en bici por la vía verde. Sentirás que el tiempo rinde y que el aire puro de la Sierra de Segura te recarga las pilas.
Cómo llegar a Arroyo del Ojanco y consejos prácticos
Ubicación: Arroyo del Ojanco se encuentra en el noreste de la provincia de Jaén (Andalucía), encajado entre la campiña de olivos y las primeras estribaciones de la Sierra de Segura. Está a unos 120 km de Jaén capital (aproximadamente 1 hora y 45 minutos en coche), a 6 km de Beas de Segura (su pueblo vecino más cercano) y alrededor de 23 km de Villanueva del Arzobispo (que está ya camino a Úbeda). Su posición exacta es en la carretera N-322, que es la vía principal que une el centro de la península (desde Albacete/Valencia) con el sur (hacia Úbeda, Linares y Bailén). Por eso, llegar en coche es muy sencillo.
Cómo llegar en coche: Si vienes desde el sur (Jaén, Granada, Málaga), lo usual es llegar a Bailén (Jaén) por la A-44 o A-4 y allí tomar la N-322 dirección Úbeda/Albacete. Pasarás por Úbeda, continuarás hacia Villacarrillo, Villanueva del Arzobispo y siguiendo siempre la N-322, tras cruzar Beas de Segura, encontrarás Arroyo del Ojanco a pie de carretera. Desde Úbeda son unos 60 km, calculo unos 45-50 minutos. Si vienes desde Madrid o el centro de España, puedes ir vía Manzanares (Ciudad Real) hacia Torreperogil-Úbeda, o bien por la A-4 hasta Almuradiel y luego desviar a La Carolina y tomar la N-322 en Bailén; en cualquier caso terminarás en la N-322 dirección noreste. Desde Valencia/Albacete la N-322 te lleva directamente por Alcaraz, pasando cerca de Albacete capital, Reolid, etc., hacia Andalucía; Arroyo del Ojanco es el primer pueblo jiennense importante que encuentras al cruzar desde Albacete, justo después del límite provincial (Venta de los Santos/ Montizón). Las carreteras están en buen estado y el trayecto es agradable, con poco tráfico generalmente, especialmente una vez entras en Jaén y disfrutas del paisaje de olivos.
Cómo llegar en transporte público: Aunque en estas zonas rurales el coche es lo más práctico, también hay autobuses. Arroyo del Ojanco tiene parada en líneas de autobús interurbano. Hay autobuses de la compañía ALSA y Sierra de Segura que conectan Jaén capital con Arroyo del Ojanco, pasando por Úbeda, Villanueva, etc. También algunos autobuses de largo recorrido entre Andalucía y la Comunidad Valenciana paran en Arroyo del Ojanco o en Beas de Segura (por ejemplo, un bus Granada-Valencia suele hacer paradas en la ruta de la N-322). Si optas por el bus, conviene consultar los horarios con antelación, pues suelen ser infrecuentes (quizá uno por la mañana y otro por la tarde). La parada de autobús está en la misma carretera N-322, en la entrada del pueblo. No hay estación de tren cercana; la más próxima sería la Estación de Linares-Baeza a unos 90 km, pero desde allí tendrías que enlazar con bus o taxi.
Moverse por el pueblo: Una vez en Arroyo del Ojanco, no tendrás problemas: puedes recorrer todo el casco urbano a pie fácilmente, dado que es pequeño y llano. Para explorar los alrededores (aldeas, embalse, parque natural), sí necesitarás vehículo propio o contratar algún taxi local. Preguntando en el ayuntamiento o en el hotel te pueden facilitar contacto de taxi si lo necesitas.
Consejos prácticos de visita:
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Clima y mejor época: Ten en cuenta que el clima es mediterráneo continentalizado. En verano hace bastante calor (julio y agosto fácilmente superan los 35°C al mediodía), pero al ser zona de cierta altitud (540 m sobre el nivel del mar) las noches pueden refrescar un poco. En invierno puede hacer frío, con mínimas cercanas a 0°C y ocasionalmente heladas, aunque las nevadas son muy raras en el pueblo (sí nieva en las sierras altas cercanas). La mejor época para visitar, en mi opinión, es la primavera (abril-mayo) o el otoño (septiembre-octubre): temperaturas suaves, campo verde o en flor, y coinciden con las fiestas grandes (San Marcos en abril, San Francisco en octubre). Si vas en verano, no olvides protegerte del sol, llevar gorra, agua y crema solar, sobre todo si harás rutas a pie. En invierno, lleva abrigo para las noches y madrugadas.
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Duración de la visita: ¿Cuánto tiempo dedicar a Arroyo del Ojanco? Depende de tu interés. El pueblo en sí se recorre en medio día cómodamente, viendo el centro, el olivo milenario y algún rinconcito más. Si además quieres hacer senderismo o incluir actividades por los alrededores, puedes ocupar un día completo o incluso un fin de semana combinándolo con visitas a otros pueblos de la Sierra de Segura. Por ejemplo, podrías pasar 2 días: uno para Arroyo del Ojanco y Beas de Segura, y otro para adentrarte más en la Sierra (Segura de la Sierra, Hornos de Segura, etc., que están a 30-40 km). En mi caso, en una escapada de 2-3 días logré ver bastante sin prisas.
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Información turística y ayuda local: Al no ser un destino masificado, Arroyo del Ojanco no tiene oficina de turismo como tal. Pero puedes acercarte al Ayuntamiento, donde suelen atender amablemente a los visitantes y pueden proporcionarte folletos o mapas de la zona (a mí me dieron información de rutas de senderismo). También en la web municipal y en la web de turismo de la Junta encontrarás datos útiles. No dudes en preguntar a los vecinos si necesitas algo; la gente es muy cordial y muchos están acostumbrados a orientar a forasteros, especialmente durante las fiestas.
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Servicios en el pueblo: Arroyo del Ojanco cuenta con los servicios básicos: hay farmacia, centro de salud de atención primaria, cajero automático (al menos uno de Caja Rural que vi en la plaza), algunas tiendecitas de alimentación, panadería (muy rica, por cierto, probé unos dulces de Panadería Almagro, que llevan décadas funcionando), gasolinera en la salida del pueblo, etc. Eso sí, es pequeño, así que si necesitas algo muy específico quizá debas ir a un núcleo mayor. Pero para cualquier imprevisto común estarás cubierto.
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Consejos si viajas en fiestas: Ya lo mencioné pero reitero: si vas en San Marcos (22-25 de abril) prepárate para mucha gente. Llega con tiempo si vas solo a pasar el día, porque pueden cerrar accesos durante los encierros. Lleva calzado cómodo y que no te importe ensuciar, pues las calles pueden acabar con restos de tierra, bebida, etc., típicos del jaleo festivo. Y sigue las indicaciones de seguridad respecto a los toros: respeta las vallas y no te sitúes en lugares no permitidos. Verás que los locales tienen la fiesta muy organizada y segura, pero siempre hay que ser precavido.
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Souvenirs y recuerdos: Al ser un pueblo poco turístico, no esperes tiendas de souvenirs. Lo que yo suelo llevarme son productos locales: aceite de oliva, embutidos, queso de la sierra o artesanía si encuentro (por ejemplo, en Beas de Segura hay tradición de esparto, y a veces artesanos de la zona venden objetos en mercadillos locales). En las fiestas, suelen vender camisetas de San Marcos o pañuelos conmemorativos; yo me traje un pañuelo rojo de la Hermandad de San Marcos como recuerdo de la corrida del toro ensogado.
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Respecto por el entorno: Un punto importante: estás en una zona rural tranquila, así que mantén un comportamiento respetuoso. No tires basura (ni colillas entre los olivos, por peligro de incendios), no hagas ruido excesivo por la noche en las calles (excepto en fiestas, claro, cuando el jolgorio es general), y si vas al campo cierra las cancelas de fincas si las abres al pasar y no molestes al ganado si lo hubiera. Los locales aprecian a los visitantes considerados.
Con estos consejos prácticos, tu visita a Arroyo del Ojanco será todo un éxito. En lo personal, me fui de este pueblo con una gran sonrisa y con amigos nuevos, prometiendo volver. Es asombroso cómo un lugar tan humilde encierra tanta autenticidad y belleza, y cómo logra que el visitante se sienta parte de él aunque sea por unos días. ¡Espero que tú también disfrutes de Arroyo del Ojanco tanto como yo! Aquí abajo, para finalizar, te dejo una sección de Preguntas frecuentes que resume dudas comunes sobre el destino, por si necesitas respuestas rápidas.
Preguntas frecuentes sobre Arroyo del Ojanco (FAQ)
¿Dónde está Arroyo del Ojanco y cómo se llega?
Arroyo del Ojanco es un pueblo situado en el noreste de la provincia de Jaén, Andalucía, dentro de la comarca de Sierra de Segura. Se encuentra junto a la carretera N-322, a unos 120 km de Jaén capital y muy cerca de Beas de Segura. La forma más fácil de llegar es en coche por la N-322 (desde Úbeda/Jaén hacia Albacete o viceversa). También llegan autobuses interurbanos que conectan con Jaén, Úbeda y otras localidades, aunque con pocas frecuencias diarias. No dispone de estación de tren cercana.
¿Qué puedo ver y hacer en Arroyo del Ojanco?
A pesar de ser pequeño, hay varios lugares de interés. En el casco urbano puedes visitar la Iglesia de la Inmaculada Concepción (templo principal del pueblo) y el Centro de Interpretación de la Cultura Romana que exhibe restos hallados de una villa romana local. Imprescindible es acercarse al monumental Olivo de Fuentebuena, un olivo milenario récord por su tamaño. También puedes pasear por sus parques y calles entre olivares, visitar las ermitas de aldeas cercanas (Santa Lucía, Virgen del Carmen, etc.), y si coincide, disfrutar de sus fiestas populares como San Marcos en abril. Para los amantes de la naturaleza, desde el pueblo se accede a rutas de senderismo y a la Vía Verde del Segura, y está muy cerca del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, donde hacer excursiones.
¿Cuándo son las fiestas de San Marcos en Arroyo del Ojanco y en qué consisten?
Las fiestas de San Marcos se celebran cada año del 22 al 25 de abril en Arroyo del Ojanco. Son en honor a San Marcos, pero su fama viene por los toros ensogados o toros de cuerda. Durante esos días se sueltan vaquillas y toros bravos por las calles, atados con sogas que dirigen los corredores, en un encierro tradicional muy emocionante. Hay eventos taurinos cada día (especialmente los encierros matutinos), además de verbenas, pasacalles con música, procesión de San Marcos y comidas populares. Es la fiesta grande del pueblo y atrae a multitud de visitantes. Si quieres vivirla, lo mejor es llegar temprano, seguir las indicaciones de seguridad y sumergirte en el gran ambiente festivo que inunda Arroyo del Ojanco en esas fechas.
¿Cuál es la mejor época para visitar Arroyo del Ojanco?
Depende de tus intereses. Primavera (abril-mayo) es una época excelente porque el campo está verde y florido, las temperaturas son suaves y puedes disfrutar de la fiesta de San Marcos en abril. El otoño (septiembre-octubre) también es muy agradable, con el paisaje otoñal entre olivos y las fiestas patronales de octubre. En verano hace calor, pero las noches son agradables y puedes aprovechar para actividades acuáticas en el embalse cercano o disfrutar de la piscina en alojamientos rurales. En invierno el clima es frío pero tranquilo; puede ser buen momento si buscas absoluta tranquilidad y no te molestan las temperaturas bajas. En cualquier caso, cada estación tiene su encanto, solo que en verano e invierno extremos las actividades al aire libre pueden estar limitadas por el calor o el frío.
¿Qué platos típicos puedo probar en Arroyo del Ojanco?
La gastronomía local se basa en la cocina tradicional jiennense y serrana. Algunos platos típicos son las migas de harina (migas hechas con harina y acompañadas de sardinas, tocino, etc.), los andrajos (guiso con tortas de masa y carne o pescado), el ajo harina o ajo atao (platos a base de harina, patata y ajo, muy sabrosos), y los productos de la matanza del cerdo como chorizos y morcillas caseras. En repostería destacan los dulces tradicionales: papajotes, flores fritas, roscos de anís, gachas dulces, hornazos con huevo y más. Todo ello regado con abundante aceite de oliva virgen extra de la comarca. Además, en fiestas es típico beber cuerva, una suerte de sangría local. En el pueblo hay bares y mesones donde probar estas delicias caseras, como Mesón El Albero o Asador Almagro, que sirven comida regional auténtica.
¿Hay alojamientos en Arroyo del Ojanco para pernoctar?
Sí, aunque la oferta es pequeña. En el mismo pueblo está el Hotel El Arroyo, de gestión familiar, con habitaciones sencillas y restaurante, ideal para hospedarse cómodamente. En los alrededores, a unos 5-6 km, tienes opciones de turismo rural muy agradables, como el Complejo La Veguilla, que ofrece hotel rural, apartamentos, piscina y restaurante en plena naturaleza, o Apartamentos Rurales La Teja, para alojarte con más independencia. Si estas opciones estuvieran completas, siempre puedes buscar alojamiento en pueblos cercanos como Beas de Segura o Puente de Génave (a pocos minutos en coche). Lo recomendable es reservar con antelación si piensas ir en fechas de fiestas importantes. En general, podrás encontrar sitio donde dormir y así disfrutar con calma de Arroyo del Ojanco y su entorno.